domingo, 17 de marzo de 2019

Tercer premio Ala Décima 2019


 
Los descarrilamientos,
de Elaine Vilar Madruga

También Premio
del Grupo Décima al filo


 


Equivalente al tercer escaño del certamen, el Premio Especial Aniversario 19 del Grupo Ala Décima fue conferido por el Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado y consistió en un portafolio con una selección de libros. La obra seleccionada también mereció el Premio del Grupo Décima al filo, al mejor texto escrito por mujer, galardón en esta ocasión respaldado además por el proyecto Los cinco sentidos, de Yamilet Calcines.






Los descarrilamientos

Elaine Vilar Madruga



Premio Especial Aniversario 19
del Grupo Ala Décima
XIX concurso nacional
Ala Décima (2019)


JURADO:









Los descarrilamientos




Habla el jaguar del asfalto
cuando la ciudad me aúlla.
Sin equilibrio, se arrulla
la rigidez de lo alto.
La bradicardia
                             —ese salto
cuando el corazón se para,
cuando el corazón dispara—
hace que la bestia pinte
como Frida, con el tinte
del purgatorio y la tara.

Madre, los cuervos me rozan
—palacio de la locura,
palacio de la tortura—
donde sus plumas se posan.
¡Niños ahogados!, que tosan
el cristal en sus pulmones.
Madre, no existen razones
y Frida cose mi tos,
y Frida llena mi coz,
la reina de corazones

en la baraja. No pienso.
Ya no respiro. El jaguar
tiene mi rostro. El azar
son estas cuerdas que tenso.
No hay sonido. Solo el lienzo
de la locura en mis ojos.
Los mutilados, los cojos,
los ciegos de la entropía
caminan por la amplia vía:
autorretrato, despojos.

Frida es el vientre y la parca.
Ha amanecido desnuda.
Frida es mi mujer y suda
la síntesis de la barca.
Antes de dios nació el arca,
antes de dios, el diluvio,
antes de dios, el Vesubio
en el cráter de los gritos.
Han fusilado los mitos
en el cauce del Danubio.

Eran las cabezas rotas,
la pateadura del plomo:
se hizo la luz sobre el domo
y algún dios amarró botas.
En el silencio, derrotas
nunca han sido el antifaz
de la calles y fue el haz
del quejido del balcón.
Cuelgan los locos, el dron
de la pandemia, disfraz.

Cuando en el silencio quiebras
el jardín, tu catalepsia
convulsiona. La epilepsia
es la madeja sin hebras.
Ven si estás loco, si enhebras
con tu sangre hasta la ruta.
Madre, sé reina, sé puta,
cordón de la pesadilla.
Madre-cuervo, la pastilla
es el cincel, la cicuta.

En el cristal cazo al pez,
no lo nota, no lo sabe.
En su caldera es un ave.
El matricidio y el mes
donde me rompo, no es
la metáfora del verso.
Aquí no respira el cierzo.
Frida se ahogó en la camilla,
Frida me pinta la milla
donde este pez es mi anverso.

Llegaron las multitudes,
las tinieblas de los quicios.
Ya lo notas: sacrificios
destejerán lo que anudes.
No basta, no, conque sudes
a las hembras, sus pandemias.
Aquí gobiernan anemias
del vástago, flor de lis.
Los cuervos son mi país,
desangran estas isquemias.

El hemisferio derecho
anuda a dios, al punzante
dictador: averno y Dante
han descendido del techo.
Plumas negras al acecho
son el punzón, la clemencia.
Frida agota su paciencia
frente al cáncer del espejo:
en los locos, el reflejo
que enlutará la demencia. 

En el árbol del ahorcado
cuelga una mujer que gime
—dos cabezas—
                                  no dirime
los inciensos del pecado.
Madre, ¿no sabes?, el hado
es esa canción del hierro,
la cicatriz del destierro
ha desenhebrado el pus
del silencio: cara o cruz
en la máscara del perro.

Madre: en tu telar, mi vida.
No destiles las agujas.
Esta noche vendrán brujas:
todas se llamarán Frida.
Si no soy ella, ¿qué herida
podrá salvarme? No, ven.
¿Dónde romperé la sien?
Los locos buscan señuelos
y en el puntal de los cielos
se ha descarrilado el tren.









ELAINE VILAR MADRUGA (La Habana, 1989) es graduada de Dramaturgia en el Instituto Superior de Arte, de Música en la especialidad de guitarra clásica, y del XI Curso del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Es fundadora del Taller de Literatura Fantástica Espacio Abierto. Por su obra literaria ha recibido numerosos galardones, entre ellos el Premio del IV concurso nacional de glosas Jesús Orta Ruiz, Indio Naborí (2012) y el Premio Calendario 2013, en dos categorías. Otro de sus lauros, el Gran Premio Décima al filo 2013, lo recibió en nuestra peña por encargo de Odalys Leyva, presidenta del Grupo Décima al filo, en razón de que Elaine es considerada una de los Poetas amigos de la Peña semanal sede del Grupo Ala Décima. En el 2015, mereció, en poesía, el Premio José Jacinto Milanés. También en ese año fueron a sus manos otros lauros: En los siguientes enlaces, información sobre su Premio Hermanos Loynaz en el apartado de poesía, con su obra Escudos de todas las cabezas, más su mensaje de agradecimiento por la felicitación que le envió el Grupo Ala Décima, que ella considera también su grupo, así como su Premio Principito 2015 en literatura para niños, con el poemario Criaturas del silencio. En el 2017, alcanzó el Premio de poesía Malvinas ayer, hoy y siempre. Elaine tiene varios libros publicados, dentro y fuera de Cuba. Más información sobre su obra, mediante los siguientes enlaces, en la enciclopedia cubana on line EcuRed, en entrevista concedida al periódico Juventud Rebelde, en el sitio web de Ediciones La Luz, y en la revista digital Esquife. En nuestros archivos: Elaine Vilar cuenta para Trabajadores. “Soy la viajera del eterno retorno”. En el 2019, mereció el Premio La Edad de Oro en la especialidad de Teatro, con su obra Picuala.









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