Los
descarrilamientos,
de Elaine Vilar Madruga
También Premio
del Grupo Décima al filo
Equivalente al tercer escaño del certamen, el Premio
Especial Aniversario 19 del Grupo
Ala Décima fue conferido por el Centro
Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado y consistió en un portafolio con una selección de
libros. La obra seleccionada también mereció el Premio del Grupo
Décima al filo, al mejor texto escrito por mujer, galardón en esta ocasión
respaldado además por el proyecto
Los cinco sentidos, de Yamilet Calcines.
Los
descarrilamientos
Elaine Vilar Madruga
Premio Especial Aniversario 19
del Grupo Ala Décima
XIX concurso nacional
Ala Décima (2019)
JURADO:
Los
descarrilamientos
Habla el jaguar del asfalto
cuando la ciudad me aúlla.
Sin equilibrio, se arrulla
la rigidez de lo alto.
La bradicardia
—ese
salto
cuando el corazón se para,
cuando el corazón dispara—
hace que la bestia pinte
como Frida, con el tinte
del purgatorio y la tara.
Madre, los cuervos me rozan
—palacio de la locura,
palacio de la tortura—
donde sus plumas se posan.
¡Niños ahogados!, que tosan
el cristal en sus pulmones.
Madre, no existen razones
y Frida cose mi tos,
y Frida llena mi coz,
la reina de corazones
en la baraja. No pienso.
Ya no respiro. El jaguar
tiene mi rostro. El azar
son estas cuerdas que tenso.
No hay sonido. Solo el lienzo
de la locura en mis ojos.
Los mutilados, los cojos,
los ciegos de la entropía
caminan por la amplia vía:
autorretrato, despojos.
Frida es el vientre y la parca.
Ha amanecido desnuda.
Frida es mi mujer y suda
la síntesis de la barca.
Antes de dios nació el arca,
antes de dios, el diluvio,
antes de dios, el Vesubio
en el cráter de los gritos.
Han fusilado los mitos
en el cauce del Danubio.
Eran las cabezas rotas,
la pateadura del plomo:
se hizo la luz sobre el domo
y algún dios amarró botas.
En el silencio, derrotas
nunca han sido el antifaz
de la calles y fue el haz
del quejido del balcón.
Cuelgan los locos, el dron
de la pandemia, disfraz.
Cuando en el silencio quiebras
el jardín, tu catalepsia
convulsiona. La epilepsia
es la madeja sin hebras.
Ven si estás loco, si enhebras
con tu sangre hasta la ruta.
Madre, sé reina, sé puta,
cordón de la pesadilla.
Madre-cuervo, la pastilla
es el cincel, la cicuta.
En el cristal cazo al pez,
no lo nota, no lo sabe.
En su caldera es un ave.
El matricidio y el mes
donde me rompo, no es
la metáfora del verso.
Aquí no respira el cierzo.
Frida se ahogó en la camilla,
Frida me pinta la milla
donde este pez es mi anverso.
Llegaron las multitudes,
las tinieblas de los quicios.
Ya lo notas: sacrificios
destejerán lo que anudes.
No basta, no, conque sudes
a las hembras, sus pandemias.
Aquí gobiernan anemias
del vástago, flor de lis.
Los cuervos son mi país,
desangran estas isquemias.
El hemisferio derecho
anuda a dios, al punzante
dictador: averno y Dante
han descendido del techo.
Plumas negras al acecho
son el punzón, la clemencia.
Frida agota su paciencia
frente al cáncer del espejo:
en los locos, el reflejo
que enlutará la demencia.
En el árbol del ahorcado
cuelga una mujer que gime
—dos cabezas—
no
dirime
los inciensos del pecado.
Madre, ¿no sabes?, el hado
es esa canción del hierro,
la cicatriz del destierro
ha desenhebrado el pus
del silencio: cara o cruz
en la máscara del perro.
Madre: en tu telar, mi vida.
No destiles las agujas.
Esta noche vendrán brujas:
todas se llamarán Frida.
Si no soy ella, ¿qué herida
podrá salvarme? No, ven.
¿Dónde romperé la sien?
Los locos buscan señuelos
y en el puntal de los cielos
se ha descarrilado el tren.
ELAINE
VILAR MADRUGA (La Habana, 1989) es graduada de Dramaturgia en el Instituto Superior de Arte, de Música en la especialidad de guitarra clásica, y del XI Curso del Centro
de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Es fundadora
del Taller de Literatura Fantástica Espacio Abierto. Por su obra literaria ha
recibido numerosos galardones,
entre ellos el Premio
del IV concurso nacional de glosas Jesús Orta Ruiz, Indio Naborí (2012) y
el Premio
Calendario 2013, en dos categorías. Otro de sus lauros, el
Gran Premio Décima al filo 2013, lo recibió en nuestra peña por encargo de Odalys
Leyva, presidenta del Grupo
Décima al filo, en razón de que Elaine es considerada una de los Poetas
amigos de la Peña semanal sede del Grupo Ala Décima. En el 2015,
mereció, en poesía, el Premio
José Jacinto Milanés. También en ese año fueron a sus manos otros lauros:
En los siguientes enlaces, información sobre su
Premio Hermanos Loynaz en el apartado de poesía, con su obra Escudos de
todas las cabezas, más su mensaje de agradecimiento por la felicitación que
le envió el Grupo Ala Décima, que ella considera también su grupo, así como
su
Premio Principito 2015 en literatura para niños, con el poemario Criaturas
del silencio. En el 2017, alcanzó el Premio
de poesía Malvinas ayer, hoy y siempre. Elaine tiene varios libros publicados, dentro y fuera de Cuba. Más información sobre
su obra, mediante los siguientes enlaces, en la enciclopedia cubana on line EcuRed,
en entrevista concedida al periódico Juventud Rebelde, en el sitio web de Ediciones
La Luz, y en la revista digital Esquife.
En nuestros archivos: Elaine
Vilar cuenta para Trabajadores. “Soy la viajera del eterno retorno”. En el
2019, mereció el Premio
La Edad de Oro en la especialidad de Teatro, con su obra Picuala.
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