domingo, 19 de octubre de 2008


Premio Ala Décima
en el XII concurso
Regino Pedroso 2008

Narcisismo,
de Alexander Besú



Desde el 2004 el Grupo Ala Décima entrega un premio especial al mejor poema concebido en décimas en el concurso nacional de poesía Regino Pedroso, que convocan anualmente el periódico Trabajadores, la Central de Trabajadores de Cuba, el Instituto Cubano del Libro y el Centro Nacional de Casas de Cultura.

En su cuarta entrega, correspondiente a la duodécima edición de ese certamen, mereció el lauro decimístico en el Regino Pedroso el poema Narcisismo, del poeta Alexander Besú Guevara, nacido en 1970 y residente en Niquero, Granma, entre cuyos numerosos lauros figura el Premio Iberoamericano Cucalambé del 2007 con su libro Bitácora de la tristeza, publicado por la Editorial Sanlope al año siguiente.







Narcisismo



Para mi amigo Leonardo Fonseca,
a quien la creación lo está matando.




Yo tuve sexo con brujas
al pie del templo de Brahma.
Yo deifiqué un holograma
de prehistóricas burbujas,
imploré que las agujas
me tatuaran un mosaico
precolombino, un incaico
relieve, un dolor, un treno…
Yo pude ser nazareno
pero abdiqué. Yo soy laico.

Yo adiestré arpías novicias
en un vuelo torpe y hosco.
Yo pinté, -sin ser El Bosco-,
El jardín de las delicias.
(Nunca las telas ficticias
lograrán que me acompleje)
Yo pude negar el eje,
la Tierra, la rotación,
pactar con la inquisición,
pero ardí. Yo soy hereje.

Yo descubrí un pasadizo
hacia la mercadotecnia,
y vendí genes de la etnia
bellísima de Narciso.
Yo, que soy incircunciso,
que -repito-, soy muy bello,
sentí una soga en mi cuello,
un balancear, un redoble…
Pude morir como un noble,
pero no. Yo soy plebeyo.

Yo también estuve en Bremen
acariciando un fagot,
tuve un traje de Pierrot
con tenues manchas de semen.
(Quizá por eso me temen:
por mi aspecto de templario
feroz, por mi acento ario,
por manipular vitriolo…)
Aún así no vivo solo,
no podría. Soy gregario.

Decodifiqué las runas
reveladas por Anubis.
Voraz, mordí algunos pubis
en mis íntimas hambrunas.
Yo fui un beduino sin dunas,
sin agua en el intelecto;
fui un ciudadano correcto,
un medroso bajo fianza…
Pude ser Gregorio Samsa,
pero erré. Soy un insecto.

Yo anduve de tasca en tasca,
bebí cervezas antiguas
y tracé líneas ambiguas
sobre las pampas de Nazca.
Yo cubrí con hojarasca
la palidez de mis caries,
cometí ciertas barbaries
y fui chamán, -aunque indigno-.
Pude escoger otro signo,
mas no quise. Yo soy Aries.

Fui un heraldo sin mensajes,
un arconte, un testaferro.
Sollocé por Martín Fierro
(y por otros personajes).
Descifré algunos pasajes
crípticos del Popol Vuh.
Yo pude ser un vudú
o un rapsoda por encargo,
sin embargo…, sin embargo
soy Alexander Besú.


Niquero 28-04-08