domingo, 25 de marzo de 2012


Premio
de la Filial
de San Miguel
del Padrón
XII concurso
Ala Décima

2012

Viaje del tiempo
,
de Bartolo Miguel Pupo





En esta edición del certamen, por iniciativa del jurado, se concedió un Premio de la filial del Grupo Ala Décima en San Miguel del Padrón, consistente en una selección de libros, la cual recogió —por encomienda expresa del poeta laureado— el veterano poeta repentista Sergio Amaral. Entregaron los ejemplares Idel Rosa Velázquez (a la izquierda en la imagen) y Bertha María Gómez, en nombre del jurado y la filial. Foto: Roberto Carlos Medina








Viaje del tiempo



Bartolo Miguel Pupo








Premio de la Filial
de San Miguel
del Padrón

XII concurso nacional
Ala Décima (2012)




JURADO:


Bertha María Gómez
Irasema Cruz
Idel Rosa Velázquez











Viaje del tiempo







I

Cuando el sol nos deja ver
sus rayos de oro en el alba,
el gallo suelta una salva
que anuncia el amanecer.
Con el tiempo en su quehacer
la mañana se divisa
y ésta, al avanzar sin prisa
como una niña traviesa,
a todo el entorno besa
con los labios de la brisa.


II

El sol viajero reacio
que lentamente camina,
a todo el mundo ilumina
al cruzar por el espacio.
Va calentando despacio
el rostro de la mañana,
y con sus rayos desgrana
una mazorca de luz,
hasta que el tiempo un capuz
le pone a la tarde anciana.


III

La tarde cuando fenece,
en su horizonte rojizo
el sol como en un hechizo
vemos que desaparece.
La misma se desvanece
para vestirse de luto,
luego, con cielo impoluto
llega la noche y con ella,
cada reluciente estrella
al tiempo rinde tributo.


IV

Vuelve en cielo de zafir
al día nacerle el sol,
que con trajes de arrebol
quiere a las nubes vestir.
Y de nuevo a repetir
el tiempo su itinerario,
para con su viaje diario
en marcadas paradojas,
seguir arrancando hojas
al árbol del calendario.







GUSTOS


I

Me gusta ver los albores
en un día veraniego,
y al caminante de fuego
cuando nos da sus fulgores.
Me gusta oír los rumores
del arroyo cristalino,
y el canto del gallo fino
escuchar desde temprano,
frente al diapasón de guano
del bohío campesino.


II

Me gusta al amanecer
las ideas hilvanar,
y con hebras del pensar
una décima tejer.
Me gusta además coger,
en esa hora temprana,
el frescor de la mañana
andando por el camino,
y del sinsonte su trino
oír en la palma cana.


III

Me gusta con el pincel
de la rima dibujar,
y hacer mis versos brotar
como flores de un vergel.
Me gusta sacarle miel
al panal de la escritura,
para darle más dulzura
a mi décima criolla,
cuando esta se desarrolla
en campos de la cultura.


IV

Me gusta ver en el prado
al viento en completa calma,
para que pueda la palma
lucir su mejor peinado.
Me gusta ver el ganado
pastando por el potrero,
contemplar el sabanero
volando por la sabana,
y oír el croar de una rana
cuando cae un aguacero.







CON EL PINCEL DE LA MUSA


I

Con el pincel de la musa
y sin usar acuarela,
voy a pintar la espinela
no con una idea ilusa.
Dibujo sin una excusa
el más hermoso paisaje,
y para dar más linaje
a lo sublime y lo terso,
con metafórico verso
le doy color al lenguaje.


II

Sigo moviendo el pincel
y en el trino de una nota,
dibujo el canto que brota
como la flor de un vergel.
Le doy color a la miel
exquisita del cariño,
pinto además el armiño
cuando se torna en blancura,
y dibujo la ternura
en el corazón de un niño.


III

Le dibujo el resplandor
al día en pleno verano,
cuando por el meridiano
cruza el febo abrasador.
Luego le pinto el color
a la tarde con premisa,
y coloreo la sonrisa
en los labios de la noche,
mientras viaja sin reproche
en los brazos de la brisa.


IV

Le dibujo en tela fina
la luz que le nace al sol,
cuando viste de arrebol,
y a las nubes ilumina.
También a una campesina
le pinto el color del alma,
mientras la misma con calma
le sirve al cerdo alimento,
con el divino sustento
de los pechos de una palma.







A LA DÉCIMA


I

La décima desde España
vino a aplatanarse a Cuba,
dejando el sabor a uva
por el dulzor de la caña.
Desde el llano a la montaña
como una blanca paloma,
el vuelo y la altura toma
para llegar a las cimas,
y allí posarse en las rimas
musicales del idioma.


II

Con sombrero y guayabera
sin utilizar un trueque,
hace su entrada al guateque
entusiasta y jaranera.
Como es la reina que impera
en el guajiro parnaso,
supo estando en el regazo
de la canturía erguirse,
para por siempre fundirse
con Naborí en un abrazo.









BARTOLO MIGUEL PUPO PUPO
(1938, residente en Puerto Padre, Las Tunas). Jubilado del Ministerio del Interior. Poeta repentista profesional, perteneciente al
Centro de la Música “Barbarito Diez” de la provincia de Las Tunas. Miembro del Grupo Iberoamericano Amigos de la Décima Espinel-Cucalambé, fundado en 1993 por Renael González Batista. Miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Ha obtenido numerosos reconocimientos, tanto por su labor como poeta improvisador como por sus incursiones en la décima escrita.





domingo, 18 de marzo de 2012


Premio
del Grupo
Décima al filo
XII concurso
Ala Décima
2012



Anne Sexton
,
de Lilia Aurora Machado

Foto: Tamara Gispert







El premio del Grupo Décima al filo en el concurso nacional Ala Décima lo otorga esa agrupación de poetisas al mejor cuaderno enviado por mujer. A la ganadora envió libros su presidenta, Odalys Leyva Rosabal, Premio Iberoamericano Cucalambé 2008. Otros libros le fueron entregados, entre ellos, de los que fueron donados por el recién creado grupo Toda luz y toda mía, de decimistas de Sancti Spíritus. También respaldaron este premio el joven artista de la plástica Alejandro Gispert con una obra suya en acrílico (en la imagen) y la poetisa, artesana y actriz tunera Yuslenis Molina, integrante del Grupo Décima al filo y ganadora del Premio Décima al filo en el sexto concurso nacional Ala Décima (2006) y del Premio Ala Décima en el tercer concurso Décima al filo (2007), quien donó para este premio dos pequeñas muñecas de tela de su autoría. Foto: Roberto Carlos Medina











Anne Sexton


Lilia Aurora Mac
hado










Premio
Décima al filo

XII concurso nacional
Ala Décima (2012)





JURADO:

Bertha María Gómez
Irasema Cruz
Idel Rosa Velázquez










Anne Sexton








ANNE SEXTON (I)


A veces yo me suicido
y veo a Dios en la altura
pero la muerte me dura
muy poco para el olvido
.

Carlos Esquivel



¿Cómo penetrar tu sombra
en la mañana despierta,
si en el alba, casi yerta,
te escurres, y no te asombra
el olor de ocre y alfombra
que resbala del sonido
del insomnio, ese vahído
del pálpito que te mueve?
Tu boca sangra en la nieve:
A veces yo me suicido,
me desvanezco, me esfumo,
acelero bocanadas
etéreas, y en mis jornadas
desnudas, visto de humo;
toda mi entraña consumo
en mil trajes, con premura
ensalmo mi sepultura
desde la nada al silencio:
hasta el sepulcro vivencio
y veo a Dios en la altura.
Es mi refugio el escarzo
de la enredadera ingrávida
que enerva mis sienes, ávida
de la promesa de marzo:
en su equinoccio me esparzo,
riego mis huesos, locura
de mis manos; mi cintura
ahueca al viento, lo invade
con una ternura grave
pero la muerte me dura
más que el tiempo que tal vez
bebí en la noche dormida,
se me escapó de la vida,
busco su rastro al revés.
Desvalijo en el después
mi equipaje ya perdido,
en mi andar hay un silbido
que huele a escarcha de mar
y despliego en el azar
muy poco para el olvido.








ANNE SEXTON (II)


…de mis paredes aguza
el espasmo me
descubre.
Ya son las doce y octubre
se niega a mi escaramuza.

María de las Nieves Morales



Lluevo hojarasca y ceniza,
sortilegios y conjuros,
traspaso mares oscuros
entre la espuma y la brisa.
El misterio hilvano aprisa
desde mi suerte difusa…
me escurro a tientas, confusa
con la magia, el escrutinio:
solo un fugaz vaticinio
de mis paredes aguza
mi soledad desbordante
por las grietas del deseo.
Mi corazón es un reo
de osamenta delirante;
no hay una vena vacante,
ninguna arteria salubre
en mi espíritu; me cubre
el disfraz como un barniz,
—abrigo mi cicatriz—
el espasmo me descubre


En octubre me resguardo
del zodíaco —escorpión—,
y destierro su canción
que me escuece como cardo;
el signo me clava un dardo
en la máscara que encubre
mi dolor, fosa sin ubre
desvanecida: la arrostro
en el hielo de mi rostro.


Ya son las doce y octubre

horada hasta lo profundo
mi amuleto, mi perfil,
mi frontera, el mes de abril:
me desasosiega el mundo.


Con un alarido inundo
el aire, sueño de ilusa,
de pincelada profusa
y desvarío de hiel.


Un tatuaje, luz y piel,
se niega a mi escaramuza.








ANNE SEXTON (III)


A veces abre sus dos
alas y ve los reveses.
Yo me suicido mil veces
solo para ver a Dios
.

Carlos Esquivel



Al viento voraz estrujo
mi vestido, y hasta el alma;
—es canción muerta que ensalma
los enigmas—.Sé que embrujo
la soledad, allí crujo
el cansancio de mi voz.
Mi brazo rompe un adiós
y se repliega en alguno
de sus dedos: abre uno;
a veces abre sus dos
manos que el aire cercena,
desde lo eterno del hambre,
y en su furor, con estambre
y esparto las encadena;
el abismo es la condena
amordazada en las preces
del silencio, que en sus heces
las palabras se deshacen…


Del aire y mis manos nacen

alas; y ve los reveses
de la muerte y de la vida
mi brazo con el reencuentro
del adiós desde su centro
rasgando una despedida.
En su lagar la fe anida
olvidos, panes y peces,
todo el abril de los meses,
y del otoño, la duda.
Dice el eco en mi voz muda:
yo me suicido mil veces
y mil veces muero a diario…
me esfumo, me desvanezco,
resurjo… y hasta amanezco
sin prever el calendario.
El cielo es el escenario
donde lucubro veloz
el subterráneo y atroz
sendero del infinito:
en su soplo resucito
solo para ver a Dios










LILIA AURORA MA
CHADO COELLO
( La Habana, 1964). Graduada del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona en 1988. Desde 1998 trabaja como especialista literaria en la Casa de Escritores y Artistas del municipio de Diez de Octubre, en la ciudad de La Habana.

Premios y Menciones:
- 2008 - Premio en poesía Concurso Literario Manuel Cofiño, de Arroyo Naranjo, La Habana.

- 2009 y 2010 - Menciones en concurso literario de Calabazar "Soy el Amor soy el Verso".

- 2009, 2010 y 2011- Menciones en poesía en concurso literario Luisa Pérez de Zambrana, Regla, La Habana.

- 2010 y 2011 - Menciones en concurso literario Manuel Cofiño, de Arroyo Naranjo, La Habana.

- Abril 2010 - Segundo premio "El mejor soneto" del municipio Cotorro, La Habana.

- Mayo 2010 - Mención en concurso literario internacional de poesía de la Universidad de San Buenaventura, Cali, Colombia.





miércoles, 14 de marzo de 2012


Premio especial
Jesús Orta Ruiz
(Indio Naborí)
XII concurso
Ala Décima
2012



Entre el adiós y la espera
,
de Lázaro José Palenzuela

Fotos: Roberto Carlos Medina







Equivalente al segundo lugar, el Premio especial Jesús Orta Ruiz, Indio Naborí, en el año de su cumpleaños 90, fue auspiciado para esta edición del certamen por la familia del poeta con libros de su autoría y el volumen El retorno del quinto mago, de su hija Alba María Orta Pérez (en la foto), así com
o el respaldo del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado y el artista de la plástica Ventura González.









Entre el adiós y la espera


Lázaro José Palenzuela






Premio especial
Jesús Orta Ruiz
(Indio Naborí)

XII concurso nacional
Ala Décima (2012)





JURADO:

Bertha María Gómez
Irasema Cruz
Idel Rosa Velázquez











Entre el adiós y la espera









GÉNESIS


No nací para el silencio….

Washington Benavides



Aquí habita la acechanza
de un tiempo que me castiga,
la indescriptible fatiga
de una marchita esperanza.
Un sueño de lontananza
deshace un presentimiento.
Y en la música del viento,
melancólica y serena
resurge, como alma en pena,
la luz de otro nacimiento.






METAMORFOSIS DEL POETA


Lo que vive y se convierte
en pasado que se olvida
es la parte de la vida,
que siendo vida ya es muerte

Naborí



¿Qué he sido? ¿La miniatura
que en el reino de Himeneo
entró quizás por deseo,
o tal vez por la locura
de una noche de aventura,
o el titán, que en la divina
carrera, triunfal se empina
conquistando su futuro,
tras el paraíso oscuro
y húmedo de la vagina?


¿Soy acaso un alma en pena
que en esta senda difusa
va cobijando a la musa
que nuevos sueños estrena?
¿Por qué el cerebro me ordena
palpar lo que es intangible?
¿Seré acaso un irascible
capricho burdo y común
que se ha reencarnado en un
icono de lo imposible?


¿Soy tal vez con gesto altivo
una silueta de pie,
el ensueño de un porqué,
la génesis de lo vivo?
¿Seré el humano incentivo
de una misión casta y seria?
¡Soy glóbulo! ¡Soy arteria!
y seré al atardecer
el éxtasis del placer
que se convirtió en materia.







NAUFRAGIO


El día que te mueras, te enterrare desnuda.
Como el día que naciste, de nuevo entre mis piernas…

Roque Dalton



Intransigente y convulso
el mar ante mi navío,
ausencia total de frío.
Intermitencia en el pulso
de dos almas, el impulso
raudo por el desconcierto
de un temblor, marino experto
vencedor de otras diatribas
que entre dos olas altivas
pretende llegar al puerto.


Se desata el vendaval,
y como en un sueño ignoto
palpo en el velamen roto
una sombra fantasmal.
Siento en mis labios la sal
ingente de las pasiones.
Desafío nubarrones,
y entre soledad y brumas
un mar de blancas espumas
sumerge mis ilusiones.


La brújula indica el centro
de la tormenta voraz,
y penetra más y más
mi navío hacia su encuentro.
Cruzando por su epicentro
me hundo donde se ovilla
su entraña, y el sol que brilla
descubre a través de un ave
desfallecida mi nave
en los riscos de la orilla.







UTOPÍA


Cierta vez la muerte vino
a buscar mi voz al mundo
pero demoro un segundo
y no me halló en el camino.

Waldo Leyva



Desandando trillos cruentos
con un andar apacible,
desnuda del irascible
poder de otros sentimientos.
Sin lobreguez ni tormentos,
sin odio, sin desatino,
como tras un inquilino
que acentúa sus neuralgias
a cobijar mis nostalgias,
cierta vez la muerte vino.


Ansiando ver que el cerbero
ahuyentara mis pasiones,
funestas combinaciones
marcaban mi derrotero.
No sé si Caronte, austero
ansió mi pecho iracundo.
Tal vez un Dios furibundo
de politeísta era
le encomendó que viniera
a buscar mi voz al mundo.


Anduve valles, y en los
trillos donde el mal retumba
su llamado de ultratumba
se volvió eco en mi voz.
Con ingenuidad precoz
llegué al centro de su mundo,
y partí meditabundo
de su servil emboscada
a la hora señalada,
pero demoró un segundo.


Hizo mi rostro el espejo
suyo, y en el horizonte
tal vez un sueño bifronte
me arrugaba el entrecejo.
Exhausto, mustio y perplejo
emprendí rumbo al destino.
Aunque con el desatino
de una pasión inconclusa
crucé su senda difusa
y no me halló en el camino.







EPITAFIO


Aquí yace alguien que supo
solo amar la poesía
toda la luz le envolvía
ninguna gloria le cupo.

Felicia Hernández



Si sientes que no respiran
mis pulmones, si hallas nula
mi voz donde se coagula
un sueño y sientes que expiran
miradas que ya no miran,
si en tus labios un porqué
se hace plegaria a la fe.
No te pienses que me he muerto,
búscame ahí, que despierto,
en tus sueños viviré.









LÁZARO JOSÉ PALENZUELA CAMPOS
(
Güines, Mayabeque, 1971). Poeta improvisador y escritor. Investigador. Director de la Casa de la Décima de la provincia de Mayabeque. Por su obra escrita ha recibido reconocimientos, como el Premio de Poesía Vicentina Antuña, de la Dirección de Cultura de su provincia, con el poemario Luz efímera, todavía inédito. Sus textos poéticos han aparecido en antologías como la publicada en San Luis Potosí, México, en el 2007, y la titulada Un día de abril (Puerto Rico, 2010). Décimas e investigaciones suyas han visto la luz en la revista Habáname. Mantiene una sección fija de poesía en el
periódico Mayabeque.





martes, 6 de marzo de 2012


Premio
Ala Décima

2012

También Premio Guillermo Cabrera Álvarez, de Juventud Rebelde, y Premio Yazmina Calcines, de tema erótico

Agua del presagio
,
de Leonardo Estrada










En un mundo de neblina (acrílico sobre cartulina, 52 x 70 cm)
de Manuel Fernández Malagón, obra inspirada en el presente texto y destinada al autor como parte del premio. Foto: Heriberto González Brito.








Agua del presagio

Leonardo Estrada Velázquez







Primer premio
XII concurso nacional
Ala Décima (2012)






JURADO:











EL MEJOR DE LOS PRESAGIOS

 
Un tema eterno de la poesía es la materia prima que sirve de fuente de alimentación a esta obra, en la que el autor utiliza de forma coherente en un único poema escrito en décimas espinelas, una forma de decir en la que conjuga la espontaneidad y el lenguaje tropológico.

De la mano del erotismo, se lanza en tempestuosa carrera para sumergirse en un naufragio junto a avasalladoras pasiones que le llevan a esgrimir, con derroche de imaginación, una sorprendente vitalidad tropológica unida a una acertada evolución tonal del discurso poético para comunicar una íntima experiencia amatoria, sin carecer por ello de plenitud y naturalidad en la expresión.

La poesía de este joven, que metafóricamente se nos presenta con el nombre del infeliz Segismundo como seudónimo, sabe salir a flote —arrogante salgo ileso— del naufragio al cual se arroja en un mundo de neblinas creado por la embriaguez del amor.

En nuestra opinión, diciembre de 2011, fecha en que acompañada de las poetas Irasema Cruz e Idel Rosa Velázquez dimos lectura a este poema, devino descubrimiento de quien dice No sucumbo al desafío. Convencida estoy de que Agua del presagio, obra con la que además rinde homenaje al autor de Con tus ojos míos, presagia nuevos triunfos en los que podrá solazarse el novel poeta Leonardo Estrada, siempre que —y aquí parafraseo al Profesor y poeta Roberto Manzano— no olvide que no se puede subir al banquete de Júpiter enseguida, sin pasar por los negrirrojos talleres de Hefestos.



Bertha María Gómez


 






 




Agua del presagio

…en un mundo de neblina.
Jesús Orta Ruiz




Despeino la noche: hechizo
del vórtice más arcano,
fallezco torpe en tu mano
y en su furor eternizo.
Trémulo sangro, agonizo
sobre el puerto que revienta:
mástil a donde me avienta
tu garganta a contraluz,
búsqueda, refugio en cruz
donde cala la tormenta.

Muerdo voraz tus pezones
y arrogante salgo ileso,
te arranco el orgasmo preso
donde cuelgan las razones.
Muerde la esperma a montones
de retoños tras la puerta.
Muerde tu danza no muerta
ante el soplo audaz que surge.
Muerta, aprisa, resurges
si a veces te dejo abierta.

No sucumbo al desafío
que impone el tacto a mi boca,
no sucumbo si provoca
con su ardor mi desvarío.
No sucumbo al mar bravío
que embate la concha herida,
mas el insomnio convida
tu hendidura hacia mi daga,
dilata dócil su llaga
bajo este volcán suicida.

Sin aliento te reclamo
sobre un anhelo que abruma,
sin aliento entre la espuma
que desde el lecho derramo.
Sin aliento te proclamo,
bebo el frutal y alucino,
sin aliento tomo el vino
con néctar de la lujuria.
Sin aliento la penuria
borra del bosque tu sino.

Inflama mi lengua, ahoga
desde tu ombligo el concierto,
lame sublime el desierto
donde la flor me interroga.
Palpa el gozo que ebrio aboga
si perezco en la porfía:
resaca, savia-manía
de dos peces que se exprimen
sobre el coral sudan, gimen
en pos de esta profecía.

Quiebra el cielo tu cintura
de espiral que estalla al borde.
Quiebra del perfil su acorde
que llora desde tu anchura.
Quiebra el fervor ya sin cura
donde la roca se agrieta.
Quiebra la ansiedad repleta
por la fibra de mí mismo,
quedo inerte en el abismo
a merced de tu silueta.

Derrito la miel desnuda
del fondo que se deshace
cuando el manantial renace
bajo el peñasco que suda.
Derrito la furia muda
del vértigo y su letargo,
derrito el ensueño amargo
que se desploma en tu espalda,
cuando mi sed te respalda
con la euforia que descargo.

Arrastras mi cuerpo, incitas
a saciarme con tu apego,
desde tu vientre mi ego
encadena y resucita.
Abres el labio que invita
a desangrarme en la cumbre,
me flagelas con la lumbre
de un latido que desgarra:
enigma que al dardo agarra
si devora tu costumbre.

Inerme dejas al centro
si te destroza un temblor,
inerme atrapo el dolor
que sacude desde adentro.
Inerme aviva el encuentro
si soy señuelo de antojo.
Inerme llega el arrojo
que de tus muslos deviene
cuando el espasmo sostiene
la dejadez de tu ojo.

Y profundos al naufragio

cuando el diluvio es atroz
nos sumergimos sin voz
sobre el agua del presagio.
Te sumerges al adagio
donde mi piel alucina,
me sumerjo con la espina
demente ante tantas ganas,
casi a flote, siempre emanas
en un mundo de neblina.








LEONARDO ESTRADA VELÁZQUEZ
. (Holguín, 1989). Residente en la ciudad de La Habana. Con la presente obra Agua del presagio, además del PREMIO ALA DÉCIMA 2012, máximo lauro del
XII concurso nacional Ala Décima, mereció dos reconocimientos colaterales: el Premio Guillermo Cabrera Álvarez, de Juventud Rebelde, concebido para el mejor texto de autor joven, y el Premio Yazmina Calcines, de tema erótico. Leonardo es miembro del grupo literario Silvestre de Balboa, y estudiante de primer año del Instituto Superior de Arte en la carrera de Arte Teatral, en la especialidad de Dramaturgia. Es narrador y poeta. Entre sus anteriores premios se encuentran:
—Primera mención en el Festival Nacional de décimas canarias Indio Naborí 2008.
—Premio Tertulia de Décimas Canarias 2008.
—1er Premio en Poesía en verso libre en los 1eros Juegos Martianos 2009.
—1eras Menciones en el Festival de literatura para niños: poesía tema canario y cuento tema libre.
Premio en el II concurso nacional de glosas Indio Naborí 2010
—Premio de soneto de los Segundos Juegos Martianos, 2011.
—Segundo Premio de cuento tema canario, del concurso de literatura infanto- juvenil auspiciado por
la Asociación Canaria de Cuba, 2011.
—Premio de cuento de tema libre, del concurso de literatura infanto- juvenil auspiciado por
la Asociación Canaria de Cuba, 2011.
Obras de su autoría serán publicadas en diversas antologías y revistas nacionales e internacionales, durante 2012. Como parte de este PREMIO ALA DÉCIMA 2012, fue incluido en la antología on line Arte poética. Rostros y versos y publicado en el blog Álbum nocturno (acceso con los anteriores links), ambos del poeta salvadoreño André Cruchaga.