miércoles, 21 de diciembre de 2016

Premio Ala Décima II concurso Carlos J. Cabrera



 
Décimas para el destello,
de Orlando Pérez Torranzo

Enviado por Osvaldo Padrón,
representante del Grupo Ala Décima
en la provincia de Artemisa





Desde la primera edición (2015) del concurso literario Carlos Jesús Cabrera, organizado por la Casa de la Cultura Mirta Aguirre, de Bauta, provincia de Artemisa, el Grupo Ala Décima otorga un galardón al autor de las mejores décimas presentadas al certamen. En su segunda edición (2016), ese reconocimiento correspondió a Orlando Pérez Torranzo (nacido en 1970), Ingeniero en Telecomunicaciones, MSc. en Educación Superior, profesor de Matemáticas Superiores y Matemáticas Aplicadas en el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, que ha recibido lauros literarios en eventos municipales y provinciales, además de otros premios en concursos internacionales en formato digital.








Décimas para el destello



Tengo al perro por su cola,
al mango por la semilla,
de barcos solo una quilla,
cresta y espuma por ola,
por pedúnculo, corola
y por el pez un anzuelo,
por libertad este anhelo
que mantengo en la mirilla…,
tengo mujer por costilla
y cenizas por el suelo.

Largos desvelos, bien jota
una noche de verano,
de Fulano o de Mengano
guerreros de terracota,
tiempo sin peto y mascota,
luces de estrella y candil,
octubres a medio abril,
porvenir en tendedera…
Vida, para ser entera
mezcla carbón y marfil.

Fue sobre andares, despacio
entre la luna y tus ojos
la apertura de cerrojos
pendientes desde un prefacio,
retórica en el espacio
de redención absoluta,
palabra que no refuta
personalidad de reo
arrodillado al deseo
de liberarse en tu gruta.

Amor fijado a mi lomo
de fango hasta por el cuello
he crecido en un destello
de imaginaciones. Cómo
sobre tus ojos me asomo
para sentir desde allí
que vivo a la par de ti
junto a la suerte de no
pensar si te llevo yo
o tú me llevas a mí.

Junto arcángeles noctámbulos
diablos matutinos, junto
─todo tiempo es un conjunto
de epílogos y preámbulos
soñadores y sonámbulos
oquedad, plegaria…─ aquello
de planes que en vida estrello
sin embargo, a contraluz
desde tu boca, de tus
ojos me llega el destello.

Y jamás pudo la noche
apagar la luz del todo
ni pudo de ningún modo
ponerle fin al derroche
de delirio. Sin reproche,
anulada vestidura
y sobre cabalgadura
vivimos… En cada intento
tiembla la tierra y el viento
arremete con ternura.

Sobre cáscara de nuez
trazo mi ruta, mi atajo
bien adentro, bien abajo
por un destino. Tal vez
con tu sol me oriente pues
llevo una historia de silla
soy dígito –manecilla
sobreviviente– difunto
encaminado hacia el punto
del hombre y de su costilla.







domingo, 11 de diciembre de 2016

Premio Ala Décima XVII concurso Regino Pedroso



 
Misión,
de Luis de la Cruz
Pérez Rodríguez







Desde el 2004 el Grupo Ala Décima entrega un premio especial al mejor poema concebido en décimas en el concurso nacional de poesía Regino Pedroso, que convocan cada dos años el periódico Trabajadores, la Central de Trabajadores de Cuba, el Instituto Cubano del Libro y el Consejo Nacional de Casas de Cultura. En su novena entrega, correspondiente a la decimoséptima edición de ese certamen, mereció el lauro decimístico en el Regino Pedroso el poema Misión, de Luis de la Cruz Pérez Rodríguez (1956, Yaguajay, Sancti Spíritus), Licenciado en Estudio Socioculturales que trabaja en el Museo General Municipal de ese territorio. Entre los reconocimientos literarios obtenidos está el Premio internacional de cartas de amor Escribanía Dollz (Sancti Spíritus, 2010), Mención en 7mo concurso internacional de poesía Juan Zorrilla de San Martín (Uruguay, 2011), Primer Accésit de la 4ta Edición del concurso de Relatos Cortos y Poesía. Fundación Cepaim, (Madrid, 2012) y Premio Internacional de minicuentos El Dinosaurio 2013 (La Habana, 2014).









Misión


Al heroico contingente médico Henry Reeve.




Fruto y palabra es la higuera
proverbial, si las mañanas
suplen mis costas lejanas
por ojos de primavera.
La esperanza desespera
como la plata en crisol.
Labios tempranos. Seol
de invierno, sombras y lazos.
Rara justicia en sus brazos
llevan los hijos del sol.

Amanecen los viñedos
colindantes al trigal.
Vuelven pasos. El erial
traduce en mapa sus dedos.
Laberinto, mil enredos
es la gloria de la mente
porque el pasado-presente
aproxima latitudes.
Mientras, sendero y virtudes
se saludan al oriente.

Luz, en que amanece o muere
pronunciada cada runa
huye su nido y fortuna
a donde el viento no hiere.
Un soplo tardo requiere
de panes. Y es el abismo
rumor de fuego en sí mismo,
nombres, vivencias, albur…
cuando las playas del sur
se visten de olas y sismo.

Decir quisiera el camino
en barcas, nubes y tierra
cuanto la mano se aferra
a los susurros de un pino.
Palpar insomnios. Destino
alzado sobre razón.
Coser memorias. Misión
de puentes bajo otras vidas.
Y en andares, las crecidas
montañas del corazón.