miércoles, 30 de marzo de 2011

Premio
Décimas para el amor
Hermeides Pompa
y Premio de tema erótico
XI concurso
Ala Décima
2011

Diario de impúdica locura,
de Mileyda Menéndez Dávila

Fotos: Tamara Gispert








Al obtener dos de los lauros colaterales del concurso nacional Ala Décima, prácticamente la autora se ubicó en un tercer lugar del certamen. El premio Décimas para el amor Hermeides Pompa lo concede
la Casa Iberoamericana
de la Décima El Cucalambé, de Las Tunas, y el premio de tema erótico lo auspicia el Centro de Arte y Literatura Fayad Jamís, de Alamar, La Habana del Este.








Diario de impúdica locura


Mileyda Menéndez Dávila





Premio Décimas para el amor
Hermeides Pompa
y Premio de tema erótico

XI concurso nacional
Ala Décima (2011)






JURADO:

Olga Lidia Pérez
Isbel Díaz Torres
Julio Alberto Cumberbatch









Diario de impúdica locura






Confronta en
La Habana



Mi sentencia es tu cuerpo.
…………….Es el hogar
del que escapo risueña a media luna.
Castigo inesperado.
………………….Una fortuna
que no alcanzo angustiada a desnudar.


Culpable de una noche para dar
tus ojos de caricia en despedida,
me colocas al borde de la vida
para perderla en ti
……………….—sutil conjura—
y en un parque de impúdica locura
me provoca tu mano en estampida.


Luego velar sobre tu sueño infiel,
mirar tu rostro sobre el seno escaso
y descubrir las rutas de tus brazos
cual remota crisálida a mi piel.


Tus párpados se van
……………………..—tibio papel—
ocultándome el iris previsible.
Pero yo parto ansiosa, indetenible,
a remontar tu espalda y navegar,
sorteando poro a poro hasta el lunar
más recóndito…..gris…..incognoscible.


Penetro frente al mar tu estrecho istmo
para explorar sus sitios sin ropaje
(tu erguida desazón nace al oleaje
de mi lengua tallando el erotismo)
Tendida la celada de mi abismo
tu elocuencia prefiere traicionarte
mientras domo implacable tu estandarte
milímetro a milímetro en mi giro…


Hasta apagar tu voz,
……………….y en un suspiro,
extender mi lujuria y desgarrarte.






Escrito en Puerto Carenas



I

Dos astros cruzan el día.
Sus órbitas se bifurcan.
Ajenos, el tiempo surcan,
se repelen, se dan vía.


Van presos de esa manía
de ver distancia en lo incierto.
(Caos……Amor……Ángel muerto…
Valladares de otras luces)
Astros que mutan en cruces:
Huellas negando el desierto.


Pero queda el desconcierto
gravitándoles la piel.
Queda el eco del cincel
tallando el mármol despierto
de sus venas.
…………..Queda el puerto
esperando por más velas…


Se desbordan las esquelas
del magro ciberespacio:
Primeras líneas.
Prefacio.
Se abren mudas portezuelas.


II

Se miden en un latido
tres almas: Piedra en el centro.
Anuncio del desencuentro
………………….posible
cuando un ladrido
de la carne lleva al nido
prestado de la impudicia.


Se abruman en la caricia
dos cuerpos. Sobra el tercero.
(¿Página en blanco?)
…………….El tintero
se desborda en su codicia.


Quema en la voz la noticia
—media verdad…..media trampa—
Se sueñan muros.
………………..No escampa
la urgencia de la delicia.


Viajar. Huir.
…………Las colmenas
hieden de polen marcado.
El astro joven varado
en asfálticas arenas
aguarda por las escenas
finales de un cauce extraño.


(Cierra capítulo engaño)
Vuelve la madura roca
a hervir su piel:
……………le provoca
bajar otro travesaño.


(Capítulo de ictericia,
colon, páncreas... La lectura
ahogándose en la frescura
de una fuente seminal)
La lengua es un vendaval
y es látigo de ternura.


Barren charcos de amargura
las voces del aguacero
y desborda el candelero
de la lascivia.


Premura
por desvestir la locura
y abrirle paso en las venas
al placer…


Caen, serenas,
las sombras del desaliento.
Nueva foja para un cuento
escrito en Puerto Carenas.


III

Poco importa que los moros
guarden la costa.
……………….Los besos
son pecados inconfesos.
Los miedos callan sonoros
arrebatos.
………………Los aforos
del mástil se precipitan.


(En las arterias marchitan
las ajenas conveniencias,
ahogadas por las urgencias
de vientres que regurgitan)


Las horas se precipitan:
Final abierto.
……………Lujuria.
Más cuerdas para la espuria
cadencia en la que levitan
tres astros.


Hoy se visitan
los oráculos………Mañana
¿quién lo sabe?
………………..La semana
es todo vértigo y luz...


Después verán cara o cruz:
La vida enmienda la plana.






Menage a trois



Primero fue la mano y su tibieza:
Retuvo mi pezón hasta que el labio
deshizo el cerco y demudó el agravio
en húmeda piedad de sobremesa.


Pero la mano se escurrió traviesa
al otro lado de mi pecho inerme
y otro labio se impuso socorrerme
a merced de mis ojos apagados…


(Veinte dedos hurgaban mis costados.
Dos bocas se atrevieron a morderme).


Mientras tejían lujuriosa trenza
desandaban mi espalda y atizaban
la duda en el deseo:
……………………(Esperaban
a la claudicación de mi vergüenza)


Tras la vacilación, la recompensa:
Manantial de saliva en cada poro.
Uñas gimiendo espacio.
…………………….Dulce aforo
de mi profundidad.
………………………….Incertidumbre
(¿De qué leño brotaba cada lumbre?)
Abismo…..piel…..dolor…..hartazgo a coro.


Sin premeditación ni algarabía
rompimos lienzos, desechamos leyes
y olvidamos los diarios en los muelles
donde carga su pan la fantasía.


Partimos, sin pudor ni alevosía:
Un puerto cada vez.
………………Un pensamiento.
Lenguas trazando cruz a barlovento.
Mapa voraz.
…………….Concierto de sentidos.


(Espíritus enhiestos, redimidos.
Abordaje y regreso soñoliento)


Puede que nunca se repita el acto,
tallado a cuatro manos sobre el dorso
de mi fascinación.
………………………Tal vez el corso
abomine su afán y rompa el pacto,
o mi vientre musite el miedo exacto
y regrese al redil de lo esperable…


¿Y quién quita soñar lo imponderable?

Otra noche de azares licenciosos…
Conjunción de saudades y retozos…
¿y mi pezón?
……………Gimiendo lo innombrable.








MILEYDA MENÉNDEZ DÁVILA
(Regla, Ciudad de
La Habana, 1968). Poetisa, ingeniera, maestra de primaria y periodista. Como tal, es integrante del colectivo del periódico Juventud Rebelde, donde atiende la sección Sexo sentido y el movimiento de tecleros, seguidores de la columna Tecla del duende. Es además colaboradora del Grupo Ala Décima, y en nuestro sitio se han publicado varios poemas de su autoría, como Soliloquio interior contra la sed (Premio Luisa Pérez de Zambrana 2006), Sólo una isla, Golem, Glosas de espejo y réplica y un intercambio en décimas vía email con un joven poeta de Santiago de Cuba. En el 2008, alcanzó el segundo lugar en el concurso nacional de décima escrita Francisco Pereira, en Nueva Paz, antigua provincia de La Habana.






sábado, 19 de marzo de 2011


Premio
especial
Ada Elba Pérez
XI concurso
Ala Décima
2011

1812,
de Olimpia Pombal Duarte

Foto: Archivos de Mariana Pérez Pérez







Equivalente al segundo lugar, el Premio especial Ada Elba Pérez en el aniversario 50 de su nacimiento, fue auspiciado para esta edición del certamen por el Comité Organizador de la Bienal Identidad de homenaje a esa poetisa, artista de la plástica y compositora, con el respaldo del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado. Foto: Wildy.





1812


Olimpia Pombal Duarte




Premio especial Ada Elba Pérez

XI concurso nacional
Ala Décima (2011)





JURADO:

Olga Lidia Pérez
Isbel Díaz Torres
Julio Alberto Cumberbatch









1812




Es Tchaikovsky, mi obertura,
la que inunda mis sentidos
con alegrías, gemidos,
angustias… La partitura
no le permite ruptura
a ninguna imagen, cuáles
más vívidas y raigales;
historia en notas; escalas
y arpegios que sueñan alas
atenaicas ya inmortales.


Todo un espejo de trigo
ondula tras los primeros
acordes. Tibios senderos
serpentean al abrigo
de mis ensueños. Testigo
de esta paz imaginada
es el adagio que en cada
clave me impulsa tenaz
a vivir en una audaz
ilusión insospechada.


De pronto un tímpano truena.
Con sus cien ojos la Fama
indiferente proclama
un gris-azul que cercena
el libre albedrío, y llena
de humillación a la Russ;
el miedo carga su cruz
y ríos, isbas, trigales
quedan vacíos. Metales
y cuerdas gimen sin luz.


¡La Marsellesa…! Levanta
sombras de vientos oscuros
y alucinantes. Los muros
quiebran su dura garganta
mientras ella canta, canta
un canto de espada y fuego.
Sólo exige, no es un ruego;
trompetas y oboes gritan;
falsos deberes se agitan
por un apetito ciego.


Y tras mis ojos cerrados
la música vibra; viola
el hilo que da una sola
opción para los soldados;
las trompas lanzan mezclados
fusiles y hombres; la tierra
huele a ansiedad y se aferra
al soplo de su destino:
se repliegan. Borodino
abre su faz a la guerra.


El dulce triángulo ajusta
su tono al de los violines.
¿Son las troikas? ¿Son maitines?
¿Quizás rezos? ¡Cómo asusta
huir por la senda injusta
de los vencidos! Se van.
Sus huellas dejan sin pan
por donde avanza el Gran Corso
que va apretando su torso
en estúpido ademán.


El pandero… ¡qué sutil
borda los aires gitanos,
como si atara lejanos
recuerdos en un atril!
Su ritmo, casi infantil,
envuelve a las tropas rusas;
los bajos arrastran fusas
que descienden, claman, rugen;
los pies en el fango crujen
y rompen sombras obtusas.


De nuevo cuerdas y vientos
sollozan. Francia ha plantado
sus colores, y llevado
a Rusia sangre y lamentos.
Mal podrían pensamientos
de conquista, triunfo y gloria
dejar alegre memoria.
Cayó Borodino, pero
hay sonidos de un ligero
sabor a duda en la Historia.


¿Y qué me dicen ahora
los metales? Con sus voces
parece que invocan dioses
guerreros. Llegó la hora;
marchan los galos y llora
el suelo bajo sus pies.
“¡Allons enfants!” A través
de esta música percibo
la firmeza del argivo
ancestral. ¿Sueño tal vez?


Por mi sangre y nervios vuelan
veloces los pentagramas
impregnados de humo y llamas
que abrasan Moscú, y deshielan
paredes por donde rielan
las primicias del invierno;
toda la orquesta un infierno
dibuja sobre el Moscova
mientras la Historia se roba
a sí misma un aire eterno.


De todas las cuerdas brotan
fantasmas de bordes recios
que alertan cuando los necios
entre tizones se agotan
sin más botines. Ya azotan
ventiscas rudas. La nieve
esconde su rostro aleve
en árboles y callejas;
las violas susurran quejas…
pero el francés no se mueve.


Helados soplos de cierzo
aúllan en la taigá;
la nieve es como un maná
que danza sobre el scherzo
en su orquesta. Blanco y terso
noviembre llega. Remotas
reminiscencias de notas
descienden. ¡Francia se marcha
cargando botín, escarcha
y tristes espaldas rotas!


Ya se van, pero el espanto
hace presa en su camino.
Un General concertino
terrible, implacable; manto
de muerte blanca sin llanto
los abate: es Aquilón
que ruge en las cuerdas con
torpe fiereza. Hambre y hielo
muerden los cuerpos; el cielo
desnuda su compasión.


Campanas, ventiscas, muerte;

alegría de los rusos,
dolor para los intrusos.
¡Qué trágica siembra inerte
de medio millón! Un fuerte
allegro teje una danza
sin confines. Cuando alcanza
su majestuoso final,
creo ver el Santo Grial
que derrama la esperanza.






OLIMPIA POMBAL DUARTE
(Remedios, Villa Clara, 1935). Libro publicado: Con alas de seda [poesía para niños] (Santa Clara : Ed. Capiro, 2004). Reconocimientos obtenidos (2000-2008): Nivel internacional: Concurso Villazul'2001 (Mención). Nivel nacional: Literatura infantil: 10 premios y 5 menciones (concursos "Pedro Marrero", "Rubén Martínez Villena", "Adulto Mayor", "Mundo Marino" y Encuentro Debate Nacional de Talleres Literarios). Décima: 8 premios y 7 menciones (concursos "Pedro Marrero", "Rubén Martínez Villena", Ala Décima y Encuentro Debate Nacional de Talleres Literarios). Poesía: 2 premios y 4 menciones (concursos "Pedro Marrero" y "Adulto Mayor"). Testimonio: 3 premios y mención (concursos "Pedro Marrero", "Rubén Martínez Villena"). Cuento: 2 menciones (concurso "Pedro Marrero"). Nivel provincial. Poesía para niños: un premio y 3 menciones (Encuentro Debate Provincial de Talleres Literarios). Décima: 7 premios y 3 menciones (concursos "Leoncio Yanes", "Ramón Roa Gari", "Juan R. Delgado Limendoux" y Encuentro Debate Provincial de Talleres Literarios).

Tomado del sitio La décima es un árbol, de Mariana Pérez Pérez.