sábado, 23 de marzo de 2013

Premio Ala Décima 2013



 
Epístolas
del escriba
,
de Miguel
Mariano Piñero





 




El poeta premiado con el más alto lauro del certamen recibió esta pintura de Ventura González (técnica mixta sobre lienzo, 35 x 40 cm), obra inspirada en el presente texto y destinada al autor como parte del premio.






 




Epístolas del escriba

Miguel Mariano Piñero





Primer premio
XIII concurso nacional
Ala Décima (2013)


 


JURADO:





 





LAS RESPUESTAS AL ESCRIBA



Estimado Miguel:

Epístolas. (Las) Epístolas del escriba, de Miguel Mariano Piñero. Ese es tu nombre, ese tu cuaderno, casi de bitácoras, una exploración personal, unos accidentes reconvertidos en pulso lírico. Un duelo de relevancias fingidas sobre el ineludible camino de la individualidad. Individualidad re-meditada como visitación a territorio del otro. De otros. Ese es el primer afluente que traduce este viaje, este simulacro de viaje. Vallejo, Borges, Homero, cuántas coincidencias o recurrencias en el flujo de un poeta que necesita nombrar, exorcizar, escribir, hacia la dimensión inacabada, intangible. Modificas el orden que la  naturaleza integra: la sustancia agria, quebrada, de una metaficción que aprovecha la representación de un tiempo (un destiempo) que solo existe para ti.

Las alusiones que aquí aparecen son tan idílicas como el diálogo que estableces con los fragmentos (aislados, corrosivos) de la Historia, el curso de una relación de posesión-fuga y marcas, marcas tautológicas que desprenden una sinfonía delirante y voluptuosa, las inquisiciones de ese universo que domeñas porque lo construyes con furiosa sencillez. Hablas de culpas y destierras hacia míticas simbologías los cuerpos de figuras que solo habitan en tus palabras, en sus imágenes. Creas una especie de teatro de complejidades como un combate de boxeo donde el adversario sabe las reglas confluyentes (dionisíacas) que se expresan en el ring de atracciones, y vences porque recolocas sumisión y posesión hacia una misma intimidad, en un único personaje.

Amigo Miguel Mariano Piñero, escribo esta carta para dejar constancia de mi admiración, a prueba de balas, por unos textos vigorosos, atrevidos, punzantes. Ya está usted anclado en ese mapa distinguido de provocaciones y suntuosos destinos literarios. El sendero es largo pero ya has comenzado a andar.

Te abraza,


Carlos Esquivel Guerra,
18 de marzo de 2013,
en Las Tunas, Cuba.











Epístolas del escriba






CARTA A UN ERUDITO


Dios me perdonará. Es su oficio.

Heinrich Heine



Amigo Homero:

Yo estoy harto de la nieve gris, ya no resiste el tamiz de los pulmones. No soy un erudito, si hoy te escribo es para intentar en mis líneas, desfogar la angustia, esa pesantez que impone cada revés ingrávido ¿Cómo hallar el camino de tus dioses desde esta cruz donde medra Lucifer y todo arredra sobre mi sombra? Mil voces me conminan por atroces desfiladeros ¿Qué opción nos queda? ¿De qué ilusión me lleno para seguir a mi Dios? ¿Cómo existir según la fe? Esta misión es un timo. Regurgita mi interior su magnetismo execrable ¿Sectarismo hiperbólico? Me incita una leyenda, Afrodita es un deseo sensual, clandestino, celestial. Urdo ardientes manifiestos con Aries y por Hefestos no abrigo nada especial, tal vez lástima. Blasfemo sobre Poseidón. Me gusta El Olimpo, no me asusta su diversidad. No temo a Aquiles ni a Polifemo. Esa unión entre mortales y sus dioses celestiales me fascina. Bajó lumbre Prometeo de la cumbre, para seres terrenales inferiores. No es posible aquí ser un semidiós, solo hombres frente a un Dios inmaculado, intangible ¿Es este mundo creíble? ¿Quién creó a Satán, Yahvé o algún profeta? ¿Quién fue el que erigió los cadalsos? ¿Algún traidor? ¿Serán falsos los querubines? No sé quiénes signaron un trato con el creador que incluye la sumisión ¿Prostituye las normas mi desacato? Esos que escupen el plato donde comen tienen tiempo, para expiar el contratiempo. Yo en cambio siempre prefiero la hoguera. Perdona, Homero, esta misiva a destiempo.






CULPAS


César Vallejo ha muerto, le pegaban todos sin que él
les haga nada; le daban duro con un palo y duro.

César Vallejo



Vallejo:

Todos piensan que prefiero fallecer algún jueves en París; yo sé que he de morir en mi país con más de treinta grados sobre cero, en un domingo gris, sin aguacero ni brindis por los buenos (y los malos). Yo sí sé, me lo auguran los recalos de golpes en mis húmeros ¿qué hacer? si hoy sábado recuerdo que a mi ser, en la muerte también le aguardan palos, sogas, lluvias y golpes…yo sí sé. Los sábados sin suerte del tahúr desgranan en la mía un viento sur de angustias y miserias en la fe. Observo a Dios, en busca de un por qué, yo sí sé, nada dice cuando Atila El Huno nos da postres con esquila que cambian los compases de la suerte. Negros heraldos con su negra muerte, o Jehová que los párpados deshila al hombre si blasfema por sus panes calcinados y llora la ruptura de los cristos del alma. La impostura de golpes en mil ojos de huracanes, son el odio de Dios y sus titanes (Vallejo) son los fosos del destino… yo sí sé por qué busco el remolino sin volver la mirada. Dios me ha dado la respuesta, de golpes ha empedrado las culpas de volver sobre el camino.






MIGUEL Y YO


Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo
y todo es del olvido, o del otro.

Jorge Luis Borges



Borges:

Como tú he tenido que compartir la existencia con otro escriba. Mi esencia también se fuga. He perdido los relojes, el sonido de la guitarra. Mi piel se pierde en otro papel sobre la escena. Soy dueño a medias de cada sueño representado en Miguel y sus migajas. Hermano, cuán difícil es ser luz con su sombra a contraluz. Qué decepción ser la mano que solo escribe ¿Qué gano mientras pierdo casi todo cuanto vive en él? No hay modo de saber adónde voy tras su fantasma ¿Qué soy, brújula, candil, o lodo bajo su sombra? ¿Confín de las tinieblas? ¿Artero homicida? ¿Desafuero? ¿Abel… o acaso Caín? Soy el principio y el fin de una vida que no vivo, fiador de un ser coercitivo con el don de la palabra engañosa mientras labra su pan ¿Por qué no derribo su imagen de porcelana? Yo soy el grito, badajo sin cielo ni tierra, bajo las nubes de la campana. Él es furia que desgrana sobre el mar un mar de olas, yo muerte en las amapolas de Van Gogh, él desafío, yo cauce muerto del río… dos orillas, las dos solas, las dos tristes, las dos…nada. Él es lascivia precoz, yo soy quien le paga a Dios el costo de su cruzada ¿Evitar la dentellada? ¿Cómo? Si no quedan puertas de Cancel, están desiertas, sin luz las tipografías y en las etimologías solo hay palabras abiertas y enigmáticas. La prosa de Stevenson sigue ausente y hay un tigre que desmiente las sentencias de Spinoza. También en mí la espumosa taza de café es ritual y en el otro su banal actuación ante el espejo. Borges, él es mi reflejo, yo soy el punto…

………………………………………………………………final.











MIGUEL MARIANO PIÑERO MARTÍNEZ. (1958, Las Tunas). Tiene publicado el libro Divagaciones entre las nubes y el lodo (Editorial Sanlope, 2009) y aparece en diversas antologías. Ha obtenido premios en concursos nacionales y provinciales, entre ellos el tercer lugar en el X concurso nacional Ala Décima (2010) con su cuaderno Cartas desde el infierno. En la XLIV Jornada Cucalambeana (junio-julio 2011), su obra Discursos del solitario mereció el más alto lauro en el Concurso nacional de glosas “Canto alrededor del punto”, de homenaje al escritor Adolfo Martí Fuentes, organizado por la Casa Iberoamericana de la Décima El Cucalambé. En el 2012, recibió mención en el concurso iberoamericano Cucalambé, el más importante certamen de la décima escrita, dentro del programa de la XLV Jornada Cucalambeana. Como parte de este PREMIO ALA DÉCIMA 2013, fue incluido en la antología on line Arte poética. Rostros y versos y publicado en el blog Odiseo en el Erebo (acceso con los anteriores links), ambos del poeta salvadoreño André Cruchaga.






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