Décimas
para el amor
"Hermeides Pompa",
IX concurso
Ala Décima
2009
Trazos que el agua condena,
de Lisbet Alemán
JURADO:
Odalys Leyva
Argel Fernández
Modesto Caballero
El premio accesorio Décimas para el amor Hermeides Pompa en el concurso nacional Ala Décima lo otorga
Trazos que el agua condena
Lisbet Alemán
Trazos que el agua condena
Cuando el amor no distingue
las dimensiones del pecho,
se cobija en otro techo
y toda el hambre se extingue.
Cuando el amor no distingue
la pasión de quien lo clama,
quemándose con la flama
ardiente de quien lo nombra
se va apagando en la sombra
muriendo en su propia cama
En la fiebre desmedida
amor y dolor se juntan
y con sus dedos apuntan
sobre la reciente herida
para un alma poseída
por este don y cadena
amar es cargar la ajena
lucha del cuerpo y la mente
aunque el corazón se ausente
en un canto de sirena
Es escribir en la arena
poemas desconocidos
dibujar trazos torcidos
trazos que el agua condena
a ahogarse en la tibia pena
de las olas y del viento
abrirse por un momento
el pecho completo, todo
y no encontrar nunca el modo
que apellide al sentimiento
Es de los dones divinos
que dio la naturaleza
el de más honda nobleza
el de más hermosos trinos
la raíz de los encinos
la simiente de los suelos.
Ángel que guarda los cielos
para entreabrirlos después
y que nazcan a tus pies
como gigantes pañuelos
El que ama no pretende
amarrarse en otra piel
pretende llenar el cruel
vacío que no lo enciende
quien ama da todo, entiende
que amar es darse sin miedos
aunque te marquen los dedos
y te titulen de loco
quien ama entiende muy poco
de normas, reglas o credos
Amar es llenar de luz
la vida de quien amamos
un recibir cuando damos
aunque nos muerda la cruz
de sentirnos sobre sus
alas sin saber volar,
amar es nunca dejar
de ser niños y elevarse
en cada ilusión y darse
sin renunciar a soñar
El gesto de un hombre ciego
sentado sobre la acera
como quien la luz espera
sintiendo el calor del fuego
Es desvanecerse luego
en una pasión radiante
es un latido cortante
con la fuerza de los dioses
haciendo de los adioses
una iniciación constante
Un perfume que se asoma
siempre en frasco diferente
es inexplicablemente
poner punto si va coma,
ligarnos con el aroma
del cuerpo que nos estrecha
es de Cupido la flecha,
que se encrespa con la piel
cuando se acorta el papel
y el reloj cambia de fecha
Es como el sol y la noche
el placer de los amantes
que encontrándose distantes
hacen de su amor el coche
que los junta como un broche
muy difícil de romper,
amar es dejar de ser
en el placer del minuto
para transformarse en fruto
en el continuo nacer
Amar es nunca perder
aún creyéndonos vencidos
es saber dejar cosidos
trozos de recuerdos, ver
que consiste en no correr
para alcanzar la conquista
amar no es llenar la lista
para anotarnos más puntos
se trata de otros asuntos
que no saltan a la vista
Los caminos de la vida
están llenos de remiendo
el alma va oscureciendo
con tanta angustia suicida.
Sin iniciar la partida
muchos se dan por vencidos
y en intentos repetidos
ponen la suerte en los dados.
Amar es vencer los grados
aunque salgamos heridos
Si toca fuerte revuelve
las fuerzas del universo
como quien cierra en un verso
el verso que siempre vuelve
tarda a veces y resuelve
manifestarse en la guerra
y da la espalda y se encierra
con sus ojos inseguros
sólido como los muros
que se siembran a la tierra
Es el impulso que aprieta
y va creciendo por dentro
porque el amor es el centro
en la pluma del poeta
es empinar un cometa
tirar botellas al mar
es un compartir y dar
para vencer el abismo
y chocar con uno mismo
después de tanto buscar
LISBET ALEMÁN MURGA (Ciudad de
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