Foto: Carlos
Castro
Parábola de Ariadna
ensangrentada,
de Elaine Vilar
ensangrentada,
de Elaine Vilar
A partir del 2009, la filial del Grupo Ala Décima en San Miguel del Padrón, municipio natal de Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, rinde tributo al poeta con el concurso nacional de glosas que lleva su nombre. En esta cuarta edición (2012) mereció el lauro el texto Parábola de Ariadna ensangrentada, de Elaine Vilar Madruga (La Habana, 1989), narradora, poeta y dramaturga. Es estudiante de Dramaturgia del Instituto Superior de Arte, graduada de Nivel Medio de Música en la especialidad de guitarra clásica y del XI Curso de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Miembro de la AHS. Coordinadora y fundadora del Taller de Literatura Fantástica Espacio Abierto. Por su obra literaria ha recibido numerosos galardones. Ha publicado la novela Al límite de los Olivos, Editorial Extramuros 2009; y Axis Mundi: antología de cuentos cubanos de fantasía, Editorial Gente Nueva 2012. Su obra ha sido recogida en diversas antologías en España, Inglaterra, Italia, Venezuela, Argentina, Uruguay, México, Estados Unidos, Chile, Brasil y Cuba.Cultiva los géneros de novela, cuento, poesía, literatura fantástica y de ciencia- ficción, teatro y literatura para niños y jóvenes.
Parábola
de Ariadna
ensangrentada
ensangrentada
Estaba crucificado / en la
palabra el Poeta. /
Y yo supe tu secreta /
pena de ave sin volar…
Mi padre, Jesús Orta Ruiz
…Y un mundo irreal a
orillas
de la sangrante realidad.
Jesús
Orta Ruíz
Desnuda
ante los colmillos
del
diluvio, abro los ojos.
No
descubro los antojos
de
dios sobre mis anillos.
Mi
cabeza esconde trillos
del
tiempo domesticado.
Tengo
mi verso enjaulado
……………-dimensión
de la entropía-;
en
sombras de la jauría
estaba crucificado.
Descubro al bardo, corola
en
las escamas del pez.
Descubro
la lluvia que es
catástrofe
del que inmola.
Descubro
el naufragio, y sola
hallo
al tigre que me reta,
meridiano
de mi aleta
en
la sombra de un eclipse.
Mi
nombre oculto en elipse;
en la palabra el Poeta.
Desde esta costa yo pinto
la
soledad del eón
que
lame la dimensión
del
reinado del instinto.
Sodomizo
al laberinto
sobre
la sombra de Creta.
El
Minotauro decreta
párpado
abierto en mi mano,
ojo
de luz, meridiano;
y yo supe tu secreta
orilla.
Soy la sagrada
mujer
que amó a su verdugo.
Mi
espejo besó su yugo,
dédalo
de la estigmada.
Sangra
mi lis. Sangra y nada
oculta
el rojo en el mar.
Los
andrajos del azar
son
esos huesos de dios
que
ocultaron en mi voz
…………….pena de ave sin
volar.
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