Tristes
canciones hilar,
de Lorenzo Lunar
canciones hilar,
de Lorenzo Lunar
En el concurso Ala Décima, el Premio Yazmina
Calcines, de tema erótico, lo concede el Grupo
Ala Décima. En esta edición consistió en una breve selección de libros y
una obra de artes plásticas del creador Aramís Santos, los cuales fueron
recogidos (foto superior) en la ceremonia
de premiación por Mariana
Pérez Pérez, representante
del Grupo Ala Décima en
Villa Clara, al no poder concurrir el ganador, Lorenzo Lunar. Este último recibió los obsequios en los días
siguientes, de manos de Mariana, en el encuentro
de febrero de su tertulia La décima es un árbol (foto
inferior).
Tristes canciones
hilar
Lorenzo Lunar
Premio Yazmina
Calcines
de tema erótico
XIII concurso nacional
Ala Décima (2013)
de tema erótico
XIII concurso nacional
Ala Décima (2013)
JURADO:
Tristes
canciones hilar
NINFA INCONSTANTE
Te levanto la noche de la
vida
Deshilvano una luz para tus
sienes
Te visito en el agua y no
me tienes
Cuando llego ya soy la
despedida
Carilda Oliver Labra
Yo no sé dónde voy cuando te encuentro.
Ignoro a lo que lleva este camino.
¿Será inconsciencia, yerro, desatino?
Intermitente luz que llevo dentro.
¿Por qué cuando te abrazo busco el centro
tibio, trémulo, ardiente de tu herida?
¿Por qué razón te niego la partida?
Porque siempre te tiendes como un río
cascabeleando. En cada beso impío
te levanto la noche de la
vida.
No sé de dónde vienes, ¿de lo oscuro?
¿De la neblina azul? ¿De la penumbra
densa? O del marasmo que vislumbra
tus lágrimas que brotan junto al muro?
¿De dónde partes camino al inseguro
portal donde en el gozo te sostienes?
¿Qué sueño buscas cuando así me tienes
tatuado entre tus carnes poseídas?
Voy a lo oscuro, vuelvo y cual Rey Midas
deshilvano una luz para tus
sienes.
No sé hacia dónde vamos, abrazados
con este nudo, tenso, clandestino.
No sé hacia dónde lleva el desatino
de viajar en silencio, enamorados,
cual galeones fantasmas,
encallados
en el mar de los males y los bienes.
No somos cuáles, y tampoco quiénes.
Descendemos al fondo del abismo.
Te vuelves otra. Yo no soy el mismo.
Te visito en el agua y no
me tienes.
¿A dónde es que me llevas? ¿A lo ignoto?
¿A dónde te conduzco? ¿Al arrebato?
Sopesamos la vida con el rato
que dentro de tu ser mi brío agoto.
Eres orquídea que renace en loto,
en derribado árbol de mi vida.
Soy tronco al que te aferras, convencida
de en sus jugos hallar el alimento.
Soy suspiro, tu último argumento.
Y cuando llego soy la despedida.
A LOS QUINCE AÑOS
Palabras de amor, sencillas
y tiernas
echamos al vuelo por
primera vez,
apenas tuvimos tiempo de
aprenderlas
recién despertábamos de la
niñez.
Joan Manuel Serrat
Ay, muchacha, ¿por qué ruta
andas, esposa del viento?
¿Qué árbol cobijó tu aliento
leve de temprana fruta?
Dime, ¿en qué distante gruta
le das descanso a tus piernas?
¿En dónde tu lirio inviernas?
Dime: qué sombras macabras
disiparon tus palabras
de amor, sencillas y
tiernas.
Niña de mi adolescencia,
ángel de mis quince años,
¿dónde pastan los rebaños
de sueños de tu inocencia?
Muchachita, en mi presencia
guardo el candor de tu tez,
de tu clara desnudez,
férvida estatua de sal
cuando nos echamos al
vuelo por primera vez.
Ay, muchacha tú y la estrella,
Ay, la seda de tu blusa.
El albur, ruleta rusa,
como fatua luz destella
reviviendo la querella
-por los errores presuntos-
del amar y otros asuntos
y aventuras que vivimos,
y es porque apenas tuvimos
tiempo de aprenderlas juntos.
Niña de mil espejismos
abortados. ¡Novia mía,
qué desalmada porfía!
Hoy que ya nada es lo mismo
sabemos de un cataclismo
que las quimeras derriba.
De una estrella bocarriba
que nos encendía, y que
recién despertábamos de
la niñez, a la deriva.
FILOSOFÍA DEL ALMA
Yo quisiera comprobar
cómo a través de mi vida
han sabido mis heridas
tristes canciones hilar
Samuel Feijoo
Si el árbol seco retoña
gracias al agua bendita,
si la recta es infinita
y si es mortal la ponzoña.
Si es inocua la carroña
y cuán profundo es el mar.
Si es concurrente el azar,
si es eficaz la estocada.
De qué sirve una emboscada,
yo quisiera comprobar.
Yo que sé de la porfía
por un espacio tangible
descubrí que lo inasible
es la gran epifanía.
Sembrar en tierra baldía,
sembrar con la mano herida.
Dejar la semilla hundida
esperar con estoicismo,
y preguntarme a mí mismo:
Cómo a través de mi vida
podré conocer la gloria.
Podré conocer al hombre
mas no impedir que se asombre
con los cauces de la historia.
Podré cuidar mi memoria
como velas extendidas,
trémulas, comprometidas
con los caprichos del viento.
Podré saber del aliento
que han sabido mis heridas.
Mas no sé por qué capricho
yo, que soy hombre feliz,
también soy un aprendiz
de difunto. Ya lo he dicho:
quiero yacer en un nicho
entre una loma y el mar,
quiero que el polvo lunar
me entregue su melodía
para poder, ¡alma mía!
tristes canciones hilar.
LORENZO LUNAR CARDEDO
(Santa Clara, Villa Clara, 1958). Destacado y prolífico narrador y crítico
literario, con más de una docena de libros dados a la luz en Cuba y en otros
países. Además, ha publicado cuentos, artículos periodísticos y
ensayos de crítica literaria en diversas revistas y periódicos cubanos y del
extranjero. Cuentos suyos aparecen en diversas antologías publicadas dentro y
fuera de la isla, entre las que se destacan: Palabra de sombra difícil, antología de cuentos cubanos de la
promoción de los noventa, Editorial Letras Cubanas, 2002; Nadie quiere mentir, selección de
cuentos eróticos cubanos, Ediciones Ácana, Cuba 2001; Nosotros los que nos quedamos, antología del cuento cubano, Brasil
2001; De Cuba te cuento, antología
del cuento cubano, Editorial Plaza Mayor, Puerto Rico 2002 y Variaciones en negro, antología del
relato policial iberoamericano, Editorial Plaza Mayor, Puerto Rico, 2003.
Dirige el Taller de Creación para la Novela "Carlos Loveira" y es editor
del boletín electrónico de esa institución. Es fundador de la editorial
alternativa "Cuadernos La Loma". (Tomado de EcuRed)
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