El conjuro de la lluvia,
de Alexander Jiménez
del Toro
del Toro
Fotos: Anays Almenares
Con una selección de libros editados por el periódico Juventud Rebelde fue
dotado el Premio Guillermo
Cabrera Álvarez, concedido por ese órgano de prensa al mejor poemario de
autor joven, el cual le fue entregado por Sara Cotarelo, jefa de su
Departamento de Atención a lectores y miembro de su Consejo de Dirección.
El conjuro de
la lluvia
Alexander Jiménez del Toro
Premio
Guillermo Cabrera Álvarez, para autor joven
XV concurso nacional
Ala Décima (2015)
Ala Décima (2015)
JURADO:
El conjuro de
la lluvia
Porque tal vez no llueva y este
sea
otro día triste y quebradizo.
Debió el vencejo conjurar otra
lluvia
sobre el arca pero no pudo el
pobre:
de la barca quiso partir…
Pedro
Péglez González
AL
PARTIR
Partir. Abjurar del vino
amargo que nos auxilia
a soportar la familia,
las dos patrias y el destino.
Ronel
González
Partir
con este madero
en mi
espalda (la derrota).
Partir
y llevar la rota
bandera
del forastero.
Quedan
las manos de acero
olvidadas
en un puente,
queda
el tatuaje en mi frente
de la
bruma, del presagio.
Como
último naufragio
queda
la patria silente.
CUANDO
BUSCO EN EL ESPEJO
Caído
ante el asedio de imposibles
que me
imponen su cauce marginal
he
soñado otra isla en el cristal
pero
hay sueños que pueden ser terribles.
Soy
presa de naufragios invisibles,
mi
horizonte no escapa al entrecejo.
Un pez
se va borrando en el bosquejo,
aguardo
su dolor bajo la escama
de otra
orilla y su imagen se derrama
sobre
mí, cuando busco en el espejo.
CIUDAD
ANCLADA EN EL LETARGO
Una
ciudad se marchita
bajo
mis pies de viajero,
no es
París, un aguacero
sobre
mi carne se agita.
¿Es la
ciudad quien me habita
o soy
yo quien no se ha ido?
Una
ciudad se ha dormido
dentro
de mí. Cuando viaje
me
llevaré de equipaje
todo el
tiempo que he perdido.
LA
ENCRUCIJADA
Hoy no
juego a la ruleta,
hoy no
le apuesto a mi nombre,
hoy ya
sé que cada hombre
lleva
el tiempo en su maleta.
Yo no
soy ningún profeta
de este
siglo (es un arcano).
Para
amputar de mi mano
los
años que me bebí,
se
precisa un bisturí
y
nervios de cirujano.
TEATRO
Ya no
hay telón, primer acto,
soy la
máscara del fraude
y ese
público que aplaude
es
otra cara del pacto.
Miguel Mariano Piñero
Soy como actor que interpreta
su vida tras bambalinas.
El auditorio: mis ruinas,
una agreste marioneta.
Es mi verdad la careta
que esgrimo tras el fracaso,
sin equivocar el trazo,
sin que monedas recaude…
Primer acto. Nadie aplaude,
otro guion bajo el brazo.
INVENTARIO
Un
proyectil, mi cabeza,
un niño
recién nacido,
un
almanaque vencido,
dos
manos sobre la mesa,
una
oración, la promesa,
un país
por latitud,
un
rostro de multitud,
un
presente, los despojos,
un
camino, los cerrojos
una
cama, un ataúd.
BAJO LA
CORTEZA
El
árbol guarda un retazo
de mi
vida que se pierde
(otro
dolor bajo el verde
enigma
de su regazo).
El
árbol no sabe acaso
de
otras tierras, sus raíces
bajo mi
carne, los grises
inviernos,
su piel se astilla
y queda
siempre en la orilla
con
oscuras cicatrices.
TRAPECISTA
He de
saltar, ¿la caída
me
librará de otro salto?
Bajo mi
cuerpo el asfalto
me dará
su bienvenida.
¿Y como
nota suicida?
-una
luz para volver-
Está
dios y lucifer
apostando
a la ruleta.
Es la
vida una pirueta
para
dejarse caer.
CONFESIONES
DE NOÉ DESPUES DEL DILUVIO
Confieso:
escuché una voz
desde
algún páramo ausente
y
percibí su torrente
como
una señal de Dios.
Fuimos
culpables los dos
de
conjurar otro edén.
Confieso
que en mi desdén
puse mi
leño en el arca
y que
Dios subió a la barca
para
salvarse también.
PUNTA
DE LANZA
A veces
soy la humedad
y me
desnudo en un verso.
A veces
llevo el reverso
ambiguo
de una ciudad
que
ignora mi parvedad.
Ya
descubrimos que a ultranza
a veces
un sueño alcanza
más
allá de la costumbre
y su
voz llega a la cumbre
como
una punta de lanza.
EL
CONJURO DE LA LLUVIA
Y como
negar que llueve
una sed
que me traspasa,
como
arrancar de la casa
esta
nostalgia de nieve.
Y sin embargo se mueve
el arca
con su espejismo
¿el
horizonte es el mismo?
-catarsis-
aquí diluvia,
viene
de nuevo la lluvia
a
conjurar mi bautismo.
ALEXANDER JIMÉNEZ DEL
TORO (Amancio, Las Tunas, 1987). Especialista de Literatura. Pertenece al
Taller literario Mirta Aguirre y al Grupo
de Escritores Rurales. Ha obtenido reconocimientos en certámenes
municipales y provinciales, entre ellos el Primer Premio en el concurso Mundo
Marino (décima, poesía). Fue finalista del concurso nacional de trova y poesía
El verso y la miel, convocado en Holguín por la Asociación Hermanos Saíz y
Ediciones La luz. Conquistó el Premio nacional de décima ilustrada en la Cucalambeana
del 2014. Un cuento suyo fue publicado en la revista infantil Papalote. Ha sido
reconocido en varias oportunidades por su destacado quehacer en la vida
cultural de su territorio.
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