viernes, 17 de abril de 2015

Premio tema erótico, XV Ala Décima



 
Vestida,
de Nuris Quintero








 
Auspiciado por el Grupo Ala Décima, el Premio Yazmina Calcines de tema erótico consistió en una selección de libros y una botella decorada por el artista de la plástica Ángel Silvestre, la cual contiene otra obra pictórica del referido creador. Lo entregaron los poetas Miguel Mariano Piñero, presidente del Grupo de Escritores Rurales y miembro del Grupo Ala Décima, y Péglez, presidente de esta última agrupación.










 
Vestida

Nuris Quintero Cuéllar




Premio Yazmina Calcines, de tema erótico
XV concurso nacional
Ala Décima (2015)


JURADO:













Vestida





Me agito en el aleteo
tempestuoso de la tarde
una lágrima cobarde
corre libre en su ajetreo.
El silencio es mi trofeo
un disfraz que no se nota
y así, mientras gota a gota
pierdo la risa y el rumbo
admito que me derrumbo
porque más de un ala brota.

Guardo la noche infinita
del caluroso momento
que ahogados en el intento
no consumamos la cita.
Bendita tela, bendita
la carne con sus olores
y de los ratos mejores
les juro que recordaba
al león que se frotaba
sobre mi cesta de flores.

Ojalá yo hubiera estado
lista para la fogata
aquella noche de gata
atrevida y de tejado.
Ojalá por el costado
más que preludio y que ruego
hubiera tenido luego
la suerte como cristal
debajo del temporal
de su llovizna de fuego.

La noche me parecía
tan azulada y gentil
que en una boca febril
dejé la esperanza mía.
Aunque el tiempo se batía
entre el hambre y la fortuna
¡Ay, por Dios, la vida en una!
Y aquel hombre que fue fiera
pudo beberse por fuera
cada pedazo de luna.

Y fue tan grande el suceso
tan loco y tan contundente
que se me quedó en la frente
olor a macho confeso.
El alma ya de regreso
volcó el néctar de la copa.
Fui corazón que galopa
con la vida sobre ascuas
porque mi rojo de pascuas
pintó el blanco de su ropa.

Mientras el calor crecía
con la fiesta de placeres
fui de todas sus mujeres
la que más lo perdería.
Fui versos, algarabía
atento oído a la queja
y fui, lo que Dios nos deja
después como resultado:
Este beso condenado
a una estancia dispareja.

Porque el adiós de la milla
aunque firme y placentero
se va con el aguacero
arrastrando la semilla.
La noche de maravilla
en el insomnio se queda
su mano de rosaleda
me dio aliento, me dio paz
y acariciaba mi faz
como si fuera de seda.

Volver a vernos, tal vez
fue solo la iniciativa
la calle con su diatriba
de retoño y solidez.
Convencidos  que después
oficios del escenario
vendrían con el vestuario
público del estandarte.
La plataforma del arte
tiene telones y horario.

Vestida, siempre vestida
en mi pacto con la luz
la puesta de cara o cruz
nos trajo la despedida.
Zafarnos en la estampida
de lo cierto, del impacto.
Decir adiós en el acto
más que adiós, fue pura llama
y aún el cuerpo me reclama
la medida de lo exacto.

Con tantos dones arriba
el cuerpo que fue ademán
con su infarto de volcán
me convenció de estar viva.
Bañada por la saliva
seductora, salgo y entro
y lo llevo tan al centro
tan a pesar de la duda
que pretendo estar desnuda
para mi próximo encuentro.











NURIS QUINTERO CUÉLLAR (Quivicán, Mayabeque, 1975). Licenciada en Lengua Inglesa. Especialista de Literatura. Miembro de la Asociación Hermanos Saíz. Cuenta con numerosos galardones en certámenes municipales y provinciales, tanto en las modalidades de la poesía como en narrativa y en ensayo. Textos suyos se han publicado en selecciones literarias y publicaciones periódicas, dentro y fuera de Cuba, entre otras, en el segundo tomo (nacidos entre 1960 y 1995) de la abarcadora antología Esta cárcel de aire puro. Panorama de la décima cubana en el siglo XX, preparada por Mayra Hernández Menéndez y Waldo González López. En el 2012, la Editorial Unicornio publicó su poemario en décimas Mujer y no Santa.













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