Las Furias,
de Elizabeth Reinosa
de Elizabeth Reinosa
También Premio del Grupo
de Escritores Rurales
de Escritores Rurales
Fotos: Anays Almenares
Equivalente al tercer lugar del certamen, el Premio Especial XV Aniversario
de Ala Décima consistió en libros y una obra del pintor
Ángel
Silvestre entregada
por Péglez,
presidente
del Grupo
Ala Décima (foto superior). El cuaderno laureado mereció además el
Premio del Grupo
de Escritores Rurales (foto inferior), que puso en manos de la autora
premiada el presidente de esa agrupación, Miguel
Mariano Piñero. Ese galardón lleva implícito el ingreso de la joven poetisa
al referido grupo.
Las Furias
Elizabeth Reinosa Aliaga
Premio
Especial XV Aniversario de Ala Décima
XV concurso nacional
Ala Décima (2015)
Ala Décima (2015)
JURADO:
Las Furias
Solicito
las Furias
que por la noche olvidan
la feroz existencia del recuerdo.
que por la noche olvidan
la feroz existencia del recuerdo.
Virgilio Piñera
Mi
culpa no es la ceniza,
ni
tanto fuego en la boca,
ni la
espina que me toca el seno izquierdo.
No hay
prisa por las luces.
Agoniza
en mi garganta algún grito.
¿Acaso
soy un proscrito en mi vasta oscuridad?
¿Soy la
sombra o la deidad que se esconde tras el mito?
Nadie
sabe lo que llena mi cama de lodo y sal.
Nadie
entiende que es normal tener un reloj de arena.
Nadie
busca en mi condena un puente roto,
un presagio.
Mi
existencia es solo un plagio de otras vidas,
de
otras muertes
más
coloridas que inertes,
más
ceremonias que adagios,
más
olvido que nación...
y yo me
debo a la tierra.
Yo me
invento alguna guerra si no encuentro salvación,
si la
fuga,
si la
acción de dar la espalda es mi historia.
No es
posible que la gloria se me torne un espejismo.
La
culpa no es del abismo,
la
culpa no es de la noria
que
remueve mis caudales de nostalgias
y de infiernos
que
crecen con los inviernos futuros,
con los
finales sádicos y viscerales
que
incendian una ciudad.
Procuro
que mi verdad no me alcance con su flecha.
Yo
prefiero la sospecha,
me
gusta la brevedad necesaria en la existencia.
Yo no
creo en las raíces, tan solo en las cicatrices.
No creo
en la providencia,
solo
respondo a la urgencia porque mi cuerpo se moja
Y la
lluvia se me antoja sangre,
esperma,
otro castigo.
No me
detengo,
prosigo
bailando en la cuerda floja.
No
reconozco mi casa.
¿Ha
cambiado de lugar
o es
que intenta naufragar para hundirme?
¿Qué me
pasa?
¿Dónde
guardé la coraza que me libra del hastío?
Yo no
quiero un desafío,
no
quiero ser diferente,
no
quiero que la corriente me precipite al vacío
y
juegue con mi reflejo,
con mis
rostros conocidos.
Yo tuve
amores perdidos:
me
quedó un dolor añejo.
No fue
posible un cortejo con un vestido nupcial.
Pude
ser una vestal,
pero me
hicieron Medusa.
Hay un
dedo que me acusa,
no
quiere verme triunfal erigida entre serpientes,
-desnuda
pero feliz-
¿Es muy
grave mi desliz?
¿Acaso
son inocentes los ladrones,
los
dementes que enarbolan la tristeza,
el que
se va,
el que
regresa con la culpa en la mirada,
el que
sostiene la espada,
el que
nunca se confiesa?
No soy
tan pura,
no pido
un santuario ni una ofrenda.
No
interesa quién entienda las razones que he perdido.
Solo me
queda el olvido.
En
resumen: esta bruma,
los
sinsabores,
la suma
de otro cuerpo inanimado.
¿Dónde
estoy?
¿Cómo
he llegado a convertirme en espuma,
a
inaugurar otro ser que en tantos mares deriva?
Alguna
fuerza allá arriba
me
predestina a caer entre las llamas y arder.
¿Por
qué, si no soy culpable?
Tan
solo soy vulnerable,
resisto
la tentación.
¿Acaso
la contención también resulta execrable?
No
llevo remordimientos en la espalda
porque
estoy en paz con el mundo.
Voy a
renegar los momentos de locura,
los
intentos de saltar.
La
permanencia no concuerda con mi esencia:
yo tengo de
singladura.
Ya lo
dije: No soy pura
pero
creo en la inocencia.
Una
mujer se levanta de mi cuerpo.
Desconozco
si es una invención de El Bosco.
¿Será
su voz la que canta en mi boca?
Ríe,
espanta
mis recuerdos como fieras
que
emigran a las fronteras del pasado.
¿Una
mujer es capaz de envilecer
con sus
manos mis quimeras?
Estoy
marcada,
lo sé.
-la
noche es mi semejante-
No
entiendo,
pero
radiante voy al cadalso.
¿Por
qué no me abandona la fe?
Hoy yo
estreno una sonrisa,
quizás
soy la Mona Lisa al
borde del precipicio.
¿No será todo ficticio?
¿No
habrá alguna pitonisa que descarte el desamparo?
Ya
necesito las luces.
Me
duelen tanto las cruces,
me
duele tanto el disparo.
No veo
la luz del faro,
las
alegrías no existen,
los
cataclismos persisten
y
derriban mis castillos de sueños.
con sus
cuchillos todas Las Furias
me
embisten,
y yo me
quedo en el fondo,
en la
raíz.
Tengo
miedo.
El
júbilo es solo un credo de fortaleza.
Me
escondo de mis pasiones.
Respondo
a los flagelos.
Resisto.
Siento
el llamado de Cristo.
Comprendo:
no estoy dormida,
ni
lejana,
ni
perdida.
Descubro
que ya no existo.
ELIZABETH
REINOSA ALIAGA (Bayamo, Granma, 1988; formada
como escritora en Holguín; graduada de la Universidad de Ciencias Informáticas,
donde trabaja actualmente, en La Habana). Entre
sus anteriores lauros: Premio
Décima al filo en el XI concurso Ala Décima (2011), segundo
premio en el XV concurso Regino Pedroso (2012), tercer
premio en el VI concurso nacional Décima al filo (2013); en ese mismo año, Premio
de la Sociedad Cultural José Martí en el II concurso Toda luz y toda mía; y en el 2014, dos lauros en el XIV
concurso nacional Ala Décima: el Premio
especial Centenario de Samuel Feijóo (segundo lugar del certamen) y el Premio
Guillermo Cabrera Álvarez, de Juventud Rebelde, merecidos por su cuaderno Formas
de contener el vacío.
En diciembre de ese mismo año, con su cuaderno (des)equilibrio, conquistó el Gran Premio y el Premio del Grupo
Ala Décima en el VII
concurso Décima al filo, cuya premiación se efectuó en el IX Encuentro de igual
nombre. Estos lauros le fueron entregados en una premiación
pendiente en La Habana, encargada a Ala
Décima por Odalys
Leyva, presidenta del Grupo
Décima al filo. Elizabeth tiene publicado el cuaderno En la punta del Iceberg, (Ediciones La Luz, Holguín, 2011). Es también
narradora, egresada del XIII Curso de Técnicas Narrativas Onelio Jorge
Cardoso. Textos suyos aparecen en la antología Poderosos pianos amarillos (Ediciones La Luz, 2013), así como en revistas y antologías de Cuba y el exterior.
Es miembro de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y del grupo Poetas del
Mundo. Acercamientos a su obra poética, mediante el siguiente enlace, con el
sitio web de Ediciones
La Luz. A fines del 2014, estuvo como escritora invitada en la Peña
del dúo Ad Líbitum.
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