Epístola
intrascendente,
de Jesús Arencibia
intrascendente,
de Jesús Arencibia
Fotos: Tamara
Gispert
En el concurso Ala Décima, el premio
colateral Wilfredo
Sánchez, al mejor cuaderno de tema social, lo otorga el periódico Trabajadores, y consiste en una obra de
arte de su jefe de diseño, el artista de la plástica Manuel
Fernández Malagón, la cual recibió este año el galardonado de manos de Alberto
Núñez Betancourt, director de ese órgano de prensa, durante la ceremonia
de premiación.
Epístola
intrascendente
Jesús Arencibia Lorenzo
Premio Wilfredo
Sánchez
de tema social
XIII concurso nacional
Ala Décima (2013)
de tema social
XIII concurso nacional
Ala Décima (2013)
JURADO:
Epístola
intrascendente
¿A
dónde va lo común, lo de todos los días?
Silvio Rodríguez
Todo
pasa y todo queda
pero
lo nuestro es pasar…
Antonio Machado
La
mejor poesía es querernos…
Roberto Manzano
Muchachos:
……………….aún no sé
en qué botella irá el viento,
la tinta del juramento
en que luego caeré.
Aún me ronda este por qué
más grande que la razón.
Pongo letra en la ilusión
dura de un raíl sin muerte…
Sepan que escribo mi suerte
desde el último vagón.
Suma. Semen. Cima. Sima.
Todo funde y amalgama.
Todo viaja. Todo clama
como en olímpica rima.
Las fechas que el tiempo lima
yéndose también nos van.
Las historias que dirán
profetas de odio y olvido
son andenes sin latido...
Tal vez nos confundirán.
Duden. La llave no existe…
Hasta la puerta sin treta
esconde en sí la secreta
quebradura de lo triste.
Si el óxido se resiste
al aceite fino y probo…
Si la arrancada es el robo
permitido… Si el camino…
Si el humo… Si el peregrino…
Cada faz es liebre y lobo.
Las paralelas se cruzan
en lo infinito. Lo dijo
hace mucho algún prolijo
matemático. Si aguzan
los sentimientos, no abusan
del tacto y saben el Sí,
divisarán el rubí
bajo el lodo y la rencilla…
Allá, en cualquier ventanilla
aletea un colibrí.
El telescopio que escruta
hacia el polvo de otra era
no alcanza a ver la quimera
de la mano. Ni la fruta
maleable que se disfruta
lleva el dulzor del estío…
Sientan que los hiere el frío
aun en la piel de un turista.
Viajen junto al maquinista
que vuela sobre el rocío.
Quizá con un guiño puedan
mover la
Tierra y la casa.
y no descifren
la raza
de las lágrimas que quedan.
Al mar, al menos concedan
la duda de algún lamento.
El hombre va en el cimiento
pero sueña el capitel,
como el asfalto al vergel…
La prisa no lleva asiento.
Ideología y raíz,
política y crucigrama,
partidos y melodrama:
Ignoto y turbio país.
Sobre el color, el matiz.
Sobre volcanes, sopor.
Sobre la herida, candor.
Sobre el trueno, roce leve.
Y si en la estación no llueve
será el paraguas mejor.
Del puño, la puñalada.
De la marcha, solo el grito.
De la tribuna, algún mito
de una fe desencajada.
La dicha de una mirada
no se dicta como ley,
ni hace el sinsonte de buey
aunque sobre el buey otea
el más allá de una idea
donde el abrazo aún es rey.
Muchachos:
………………No habrá mesura
para salvar pan ajeno
y una daga sin veneno
tal vez sea una locura.
Sin embargo en la estructura
que señorea el vaivén
nunca es cursi hallar el bien,
ni la novia prometida:
Conduce solo la vida
en el pasillo de un tren.
Y si hay que decir Te Quiero,
no inventen un silogismo
El pecho siempre es el mismo,
y la flor, y el aguacero,
y el molino, y el arquero,
y el concepto, y la muralla,
y el bálsamo, y la batalla,
y el delirio de la cruz…
La sombra hambrienta de luz
sigue a la luz donde vaya.
Los mapas y las fronteras,
el cuento del que venció,
la miseria del que halló
solo a su voz, escaleras…
vendrán con las primaveras.
Encuentren un cernidor
para el «oscuro esplendor»
y el «carapálida» tierno.
No hay parcela en el averno
ni brújula en el dolor.
Es tiempo. Pónganse el verde.
Creen. Recreen. Revivan.
Ya escribí. Ahora, escriban.
La locomotora pierde
afanes. El reloj muerde
lo que me falta de cielo.
La carta no lleva velo:
Donde dice sangre, fluye
el río que me diluye…
Los amo. Alumbren. Abuelo.
JESÚS
ARENCIBIA LORENZO (Pinar del Río, 1982; residente en La Habana), Máster en Comunicación Social que
actualmente se desempeña como profesor en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y como periodista
en Juventud Rebelde. En el 2010,
mereció el primer premio del concurso
nacional de glosas Canto alrededor del punto con su obra Hierros
de ingenio. En el 2011, su texto Corta
carta cursi conquistó el premio
del tercer concurso de glosas Jesús Orta Ruiz, de la filial
de Ala Décima en San Miguel del Padrón. En el XII
concurso nacional Ala
Décima (2012) le fue conferido el Premio
del Proyecto Perseverarte (para joven), por su cuaderno Duros
aires de familia. En ese mismo año, se adjudicó el Premio
del Grupo Ala Décima en el XV
concurso nacional de poesía Regino Pedroso, con su texto Confusiones
del heraldo. Otros poemas suyos en
décimas, aparecidos en nuestro sitio, son Con
el Che en sueño de proa, Abrazo, Brújula, Naborí e impalabra. Acercamientos
adicionales a su obra en versos pueden verse, mediante estos enlaces, en el
blog Odiseo
en el Erebo y en la antología on line Arte poética. Rostros
y versos, ambos del poeta salvadoreño André Cruchaga.
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