Voces en off, de
Rolando Ávalos Díaz
También premio al mejor
cuaderno de autor joven
Foto tomada de su página en Facebook
Para el poeta premiado con el más alto lauro del
certamen, concibió esta obra (acrílico sobre cartulina) el reconocido creador de
las artes plásticas Kamyl Bullaudy. La pintura fue inspirada en el presente texto y destinada al galardonado como parte del
premio. Le correspondió también, además del diploma, una selección de libros,
entre ellos el más reciente Premio Cucalambé publicado, Extraños
ritos del alma,
dedicado especialmente por su autor, el también joven y reconocido escritor Junior
Fernández Guerra. Por el Premio
Guillermo
Cabrera Álvarez, del periódico Juventud
Rebelde, para menor de 35 años, recibió una mochila, libros y otros
regalos.
Voces
en off
Rolando Ávalos Díaz
Primer premio
XVIII concurso nacional
Ala Décima (2018)
JURADO:
Tras la cortina de un seudónimo sonoro como Limendoux, esperaba otros textos, más apegados a la espinela
tradicional y, para mi sorpresa, encontré en el cuaderno Voces en off de Rolando Ávalos Díaz, junto al profundo respeto por
la estrofa nacional, con pleno dominio de los recursos insoslayables de ésta,
el espíritu renovador propio de las nuevas generaciones de poetas cubanos que,
sin negar sus raíces, abordan disímiles temas apoyándose en dos elementos
fundamentales: el lenguaje y la visualidad.
La rígida estructura formal de la décima escrita en Cuba años atrás, aquí
se relaja y se quiebra, pero con buen tino, nada denota forcejeos estériles,
sino, más bien, una fusión agradable y precisa de lo nuevo con lo viejo. En
todo el cuaderno tiene el discurso poético una fluidez y un ritmo que desafían
con éxito los marcados encabalgamientos vanguardistas y la aparente libertad
del verso libre, pues llevan en sí la sencillez (no la simpleza) de unas voces
(en off) que desean ser escuchadas y
comprendidas, que no apuestan por el hermetismo a ultranza tan al uso en la
poesía cubana actual.
Las Tunas, diciembre de 2017
Voces
en off
VOCES EN OFF
Despiertas y no te nombras,
no te aprendes, no te sabes.
La luz ha robado llaves
a su cortina de sombras chinescas.
Ya no te asombras; te cierras.
La luz no puedes observar.
Apenas cedes.
Atraviesas, inseguro,
algún que otro siglo oscuro,
pero entre cuatro paredes.
Andas por tus soledades
como perro por su casa.
El viento, aburrido, pasa
de los fantasmas que evades.
Hay, en todas las ciudades
una mujer que te olvida,
Pedro Pan va de salida
al patio Nunca Jamás.
(Yo soy una sombra más
entre tus sombras, descuida).
COMERCIO INTERIOR
Baratas, casi propinas,
vendo verdades en celo.
Nadie me compra el desvelo tampoco.
Vendo mis ruinas.
Anuncio en ciertas esquinas mi propia muerte y la espío.
Poso (toso).
Poso.
Río.
Modulo el gesto y el tono.
Me silencio.
Me pregono.
Me presto.
Me doy.
Me fío.
APÁTRIDA
Si escuchas en los rincones
pasos que nunca me agencio,
no hagas caso: es el silencio
pisándome los talones.
Rueden interrogaciones
cuesta abajo, hacia el abismo.
Soy solo el antagonismo
de mi plena oscuridad,
bordeándome, soledad,
apátrida de mí mismo.
FOTOS DEL OTOÑO
Agoniza la memoria
de mis días más remotos.
Se deshojan viejas fotos
del otoño.
Anda la gloria de mi muerte
con la historia de una lluvia pendenciera.
Viento frío que exagera
la letanía que soy.
Ignoro por qué le doy la espalda a la primavera.
POEMA ADOLESCENTE
Viejo poema en apuros,
a medias,
amarillento,
viejo olor,
viejo fragmento,
crujen como panes duros
tus versos.
Son tan oscuros.
Huelen a tinta vencida.
Son la letra de un suicida
al final de la libreta.
Son el eterno poeta
de una cuartilla escondida.
ÓLEO
Para Orestes
Castro padre, para Orestes Castro hijo.
Para Silvio
Rodríguez
Una mujer se ha perdido,
ni rastros dejó su pelo,
se convirtió en el desvelo,
en el polvo prohibido.
Una mujer se ha escondido
sin delirios, sin oír
qué el perro quiso decir
cuando le ladró a la… duda,
y ante otros se desnuda.
No llora al verme morir.
LOBO DE MAR
Océano tu cintura,
hurto de dorados peces.
La luz es mil y una veces roja como la locura.
Soy un anzuelo:
procura vivir en el agua apenas.
De las célibes arenas tipografié pies de loto.
Huellas de sabor remoto.
Nunca supe de sirenas.
READ-APPEAL
1
Sentada en un escalón,
leyendo el tiempo, abstraída.
Aritmética tu vida,
poema de no ficción.
Tanta precipitación,
¿es el mundo? No te enteras.
Laberinto de escaleras.
Orgiástica sed urgente.
Y yo, una mosca decente,
presa en tus enredaderas.
2
Ríes y desaparezco.
Sangro como una alcachofa.
¿Me lees? Soy una estrofa
dura, pero me enternezco.
Angustia a la que me ofrezco,
fiebre púber, hambre anfibia,
como, rezo arena tibia.
Robinson la muerte ensaya
y una cortísima saya
me
custodia la lascivia.
PEREGRINO ANÓNIMO
Una piedra en el zapato
me enseñó que mi destino
y circular el camino
(cual redondo anonimato),
eran lo mismo: recato
de osamenta fantasmal
que, sobre un poste casual,
se pregunta —se recuesta—:
¿Hoy nada tiene respuesta?
¿Hoy es un día normal?
Hoy me desperté violenta-
mente débil, luego el día
me proyectó su luz fría.
Tarde de ayer macilenta.
Hoy no he pagado la renta.
Hoy he encontrado el final tan pronto.
Pensé: fatal.
Hoy hice huelga a la calma.
Hoy tengo amnesia en el alma.
Hoy es un día normal.
CASI TODAS LAS VOCES TODAS
(décima escalera al suelo)
Para los
desterrados Diusmel y Carlos
Nosotros
los
impolutos.
Los yertos.
Los incapaces.
Los ingenuos.
Los voraces.
Los payasos.
Los astutos.
Los tenues.
Los absolutos.
Los miles.
Los
exhaustivos.
Los graves.
Los adjetivos.
Los otros.
Los redundantes.
Los extraños.
Los de antes.
Los mismos.
Los fugitivos.
CRONOS, EL BUFÓN
Las bromas del tiempo son
pasajeras, paradojas
de árboles que mudan hojas
y son la continuación
de su propia evolución
sobre un eje conocido,
retórica que ha seguido
su cronología intacta.
El tiempo ni se retracta
ni confiesa que ha vivido
MICRORRELATO SALVAJE
Al fin alcanzo una larva en el fondo del cristal con
mi lengua. Huele mal. Es sábado y tengo barba. Miro afuera. Un viejo escarba en
el lodo un doble. Llueve. Llueven rayos de sol leve. Vuelvo. Ni vaso ni ron. No hay nadie
sobre el sillón y sin embargo, se mueve.
ROLANDO
ÁVALOS DÍAZ (La Habana, 1988). Licenciado
en Comunicación Social. Poeta
y narrador, repentista, editor, corrector del periódico Trabajadores. Cursó tempranamente estudios bajo el sistema aportado por Alexis
Díaz-Pimienta para el ejercicio de la poesía improvisada y en los
cursos del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Recibió en el 2010
mención en el X
concurso nacional Ala Décima por su cuaderno Fotos del otoño. En el 2011, invitado por nuestra agrupación,
participó en la fascinante
experiencia de la contralectura realizada en el Pabellón Cuba a propósito
de las actividades de verano del Centro
Iberoamericano de la Décima, y conquistó el relevante VIII
concurso internacional de décima de Tuineje, Canarias, España, con su
cuaderno titulado El mar que tiene raíces.
En el 2013, mereció el Premio
a autor joven y el Premio Célida
Cortina de tema comunitario
en el XIII
concurso nacional Ala Décima, con su cuaderno Boca
de lobo. También en ese año, recibió el Premio
de la Casa de Cultura en el II concurso Toda luz y toda mía 2013, de Sancti
Spíritus. En el 2014, con su texto en versos libres Poema para que me llames por teléfono,
mereció en España el Premio
El Buscón (para menores de 30 años) en el XXXIV concurso internacional
Francisco de Quevedo. En el 2017 alcanzó el Premio
Ala Décima en el VI concurso Toda luz y toda mía 2017 con su conjunto El
mar en el espejo. Tiene publicado el poemario Mundo pañuelo, por la Editorial Guantanamera, de España. Es uno de los Poetas
amigos de la peña sede de Ala Décima. En el XVIII
Encuentro Nacional Ala Décima, tras recibir el lauro principal del certamen
homónimo, solicitó con una décima improvisada su ingreso
al Grupo Ala Décima y en ese mismo momento recibió su carné.
RECOMENDAMOS
VER:
—Su
blog personal Más poeta serás tú.
—Video
donde declama algunos de sus poemas del cuaderno premiado, durante el XVIII
Encuentro: https://www.facebook.com/roly.d.avalos/posts/10211236964748073?pnref=story
—Invitación
en su página Facebook a que lo acompañen en el aniversario de La tecla del
duende, de Juventud Rebelde, el sábado 17 de febrero, donde se le homenajeó por
su Premio Ala Décima y su Premio Guillermo Cabrera Álvarez, de autor joven, en
el propio certamen: https://www.facebook.com/roly.d.avalos/posts/10211314884656022?pnref=story
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